Las aficiones del Atlético de Madrid y el Liverpool mostraron un comportamiento ejemplar en todo momento, no solo durante el encuentro, sino en los prolegómenos y también tras la conclusión del mismo.

El recinto rojiblanco, que se llenó para ver el envite entre los dos mejores equipos del grupo D, recibió con pitos los acordes de la Champions antes del comienzo y muchos aficionados, la mayoría pertenecientes al Frente Atlético, dieron la espalda al césped mientras se escuchaba el himno de la UEFA. En la grada había unos 3.000 seguidores del Liverpool, muchos de los cuales se habían hermanado con los locales y acudido juntos al estadio en una marcha pacífica. Ya en el estadio, las dos hinchadas se respetaron durante los noventa minutos y se mostraron conformes con el resultado.