Hércules y Elche empataron a cero en el duelo de máxima rivalidad de la provincia de Alicante en un partido en el que no quedó patente la diferencia que existe entre ambos equipos en la clasificación, ya que el Elche, pese a ser el colista, fue el equipo que más peligro creó a lo largo del encuentro, en el que ya se notó la mano del nuevo técnico ilicitano, Claudio Barragán.

El Hércules fue el que gozó de la posesión del balón durante casi todo el primer tiempo, aunque tenía muchas dificultades para ejecutar el fútbol fluido de otras oportunidades ante la maraña defensiva tejida por el técnico ilicitano Claudio Barragán, que colocó un auténtico autobús en la retaguardia.

El Elche se limitaba a resguardar su portería y, si veía alguna oportunidad de sacar el contragolpe, se tiraba al ataque. Eso sí, sin demasiada fortuna y en contadas ocasiones.

Con el partido demasiado embarullado -como suele ser habitual en los derbis-, las ocasiones brillaron por su ausencia y las aproximaciones de cualquiera de los dos equipos por el área rival quedaban frustradas antes de llegar a la portería. Las defensas estaban muy activas, y era muy complicado hilvanar jugadas de gol.

A poco más de cinco minutos para el final, el colegiado señaló un golpe indirecto dentro del área del Elche por juego peligroso de la defensa sobre Fernando Morán. Fue el más claro ejemplo de lo que era el partido puesto que Sendoa se resbaló a la hora de lanzar y la ocasión se perdió en el limbo. El Hércules entraba en frustración, sin tener puntería.

Fue la última jugada en la que pudo participar Tote, el principal referente ofensivo del Hércules, que tuvo que ser sustituido por una lesión muscular.

Tras el descanso, el Elche adquirió un papel más protagonista y puso en serios aprietos al conjunto local, que pareció acusar mucho cansancio.

El centro del campo ilicitano se imponía al alicantino y la movilidad de Santos, especialmente, descolocaba a una defensa herculana que salvaba con dificultades las acometidas visitantes.

Juan Carlos Mandiá, técnico del Hércules, buscó más presencia en ataque y dio entrada a Delibasic, primero, y a Rubén Navarro, más tarde, pero lo cierto es que no consiguió la mejoría que buscaba en su equipo, que hoy no tenía su día.

De hecho, fue el Elche el que seguía creando más peligro sobre al área rival, aunque se tuviera que conformar con un empate en su primer partido sin David Vidal de entrenador.