El Pozoblanco no tuvo piedad del San Roque y le devolvió la moneda, pues el conjunto lepero humilló el año pasado a los pozoalbenses con un 1-4 que ayer tuvo respuesta. Los de Rosillo jugaron a un gran nivel pese a las bajas de Gervasio, Aguayo y Juanmi. Por cierto, que gustó el argentino Gambeta, a quien la baja de Juanmi le abrió las puertas de la titularidad. El argentino solo necesitó dos minutos sobre el tapete para encontrar lo más preciado en el fútbol, el gol. El delantero se ocultó entre los centrales, recibió el esférico y cuando el meta Isaac le encimaba, se la colocó por bajo. Al San Roque el gol le rompió todos los esquemas. Eso sí, en uno de sus escasos arreones y al borde del descanso estuvo a punto de empatar en un remate desde el palo largo de Capi.

En la segunda mitad el San Roque estuvo a un paso de empatar en un golpe franco ejecutado por Vidal que se estrelló en la cruceta del palo. El tramo final del encuentro resultó trágico para el San Roque, al que noqueó definitivamente el canterano Rizos. En el último minuto, Balsera hizo el tercero de penalti.