Rusia ha recuperado con Arshavin frescura, atrevimiento y pegada, y se supone que habrá aprendido de los errores del debut. Esa es la vía que Hiddink ha abierto para flexibilizar la escuela rusa con la herencia del fútbol total holandés. "Hay que jugar bien. Ese debe ser el concepto. Luego se puede perder, pero cuando se tiene el balón debemos atacar con diez", insistió el técnico. Tras llevar a Corea del Sur a las semifinales del Mundial-2002 y clasificar a Australia para el del 2006, el holandés está encantado con tanto talento. "El reto es recuperar nuestra posición en el fútbol mundial. Lo que está pasando aquí será clave para el futuro". Los jugadores rusos ya son conocidos en toda Europa y muchos clubs se rifan sus servicios. Pero Hiddink no lo ha tenido fácil. El respaldo del archimillonario Roman Abramovich ha sido clave para que aguantara las embestidas de su federación. Ahora es feliz, casi tanto como Luis, a quien admira. "Espero llegar a los 70 con su energía. Es un gran hombre".

NI OFERTA NI FIRMA Aragonés no ha tenido problemas con los federativos para llevar a cabo una labor notable. La renovación del equipo está hecha y la herencia que dejará a su sucesor es sólida. Ayer tuvo que aclarar que la RFEF no le ha ofrecido que siga, como se había rumoreado. En este sentido, el Fenerbahce se apresuró a hacer oficial que tiene un precontrato firmado con él y que el acuerdo definitivo se rubricará cuando acabe la Eurocopa. Luis también lo negó.

A pesar de que el delegado de UEFA para España en la Eurocopa, Borja Bilbao, avisó a los periodistas de que, a voluntad del técnico, éste no iba a contestar ninguna pregunta relacionada con el asunto durante la rueda de prensa de ayer, Luis criticó al club turco por hacer el anuncio a un día de la disputa de la semifinal de la Eurocopa.

"No me parece el mejor momento, aunque para nada va a afectar a los jugadores. No tengo nada firmado", dijo.

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