Rafael Campanero no sabe qué hacer. El hecho de que el Córdoba haya salvado la categoría lo ha dejado en un mar de dudas. El presidente había anunciado que si el equipo permanecía en Segunda División, presentaría la dimisión; en caso contrario, es decir si bajaba, entonces pondría el cargo a disposición de José Romero, máximo accionista de la sociedad anónima deportiva.

Una vez que se ha conseguido el objetivo --según Campanero continuar en la categoría de plata del fútbol español -- todo se ha echado en saco roto. Parece que el presidente se ve con fuerzas para seguir, aunque ayer quiso dejar muy claro que todo se decidirá en una reunión que mantendrá en breve con Romero. Por lo que parece, quiere saber los planes de éste para la próxima temporada y, al mismo tiempo, comprobar si no ha perdido su confianza.

Son las dos premisas que se ha impuesto Campanero antes de tomar la decisión definitiva acerca de su futuro en el Córdoba CF. Sin querer aventurar nada, porque sería complicado, entre otras cosas porque la temporada finaliza oficialmente el 30 de junio y hasta entonces Campanero tiene tiempo suficiente para pronunciarse, todos los indicios apuntan a que Romero le pedirá a Campanero que permanezca en el cargo. A partir de entonces solo faltará saber qué tipo de involucración va a tener el máximo accionista, algo que puede pesar mucho a la hora de que se tomen algunas decisiones importantes.

Campanero no quiere que el tema se alargue. Piensa que esta misma semana puede quedar resuelto. Por una parte reconoce que esta temporada "he sufrido mucho", pero al mismo tiempo no puede disimular que está dispuesto a seguir, aunque siempre advierte que todo pasará por lo que diga José Romero que, sin duda, apostará por la continuidad del presidente.

Campanero no quiere precipitarse. En el supuesto de que su decisión sea la de marcharse, la haría efectiva lo más próximo al final del presente mes, ya que tiene cosas en lo alto de la mesa que no admiten espera y que, por tanto, deberán resolverse antes de esta fecha.

Hoy comienza la plantilla las vacaciones. Algunos se marcharán sin conocer si van a seguir o no; otros que han cumplido contrato no saben si el club los va a renovar. Hasta el momento, lo único que conocen es que la entidad se pondrá en contacto con ellos para hacerles llegar su decisión, en algunos casos, y para otros, indicarles el día que tienen que volver para iniciar la pretemporada, que según ha reconocido José González oscilará entre el 20 y el 23 de julio.

Todos estos temas los está barajando Rafael Campanero desde hace algunas fechas. Es el mejor síntoma de que sus intenciones no pasan por abandonar la nave blanquiverde y que el anuncio de su marcha se debió a una precipitación por una serie de malos resultados. En el otro lado está la familia, la que ya le ha pedido más de una vez que se olvide del fútbol.