Por la vía heroica, en un final de partido apoteósico, Turquía le dio la vuelta al marcador ante la República Checa en cuatro minutos y se metió en los cuartos de final, donde se enfrentará a Croacia el próximo viernes. El artífice del milagro, como se conocerá en Turquía la gesta de ayer en Ginebra, fue Nihat, autor de los dos goles que remontaron el marcador y metieron a su país en la segunda fase de la Eurocopa por primera vez en la historia.

Hasta el minuto 87 ganaba la República Checa. Jan Koller, el gigante del campeonato (2,02 metros) había adelantado a los centroeuropeos de cabeza, cómo no, gracias a los 20 centímetros de altura que le sacaba a Emre y a los 11 de más respecto a Servet, los centrales otomanos que trataron de intimidarle con sendos codazos en el primer cuarto de hora. El osasunista Plasil anotó el 0-2 sobre la hora de partido, y poco después Polak remató al poste. Chequia ni se desperezó cuando Arda acortó distancias, confiando en la solvencia de su defensa y la seguridad de Cech.

Craso error. El de la selección y el del portero del Chelsea, cuyas manos de mantequilla cometieron un nuevo error, el segundo tras el que perpetró ante Portugal. En un centro cómodo, sin complicaciones ni nadie que le molestara, se le escurrió el cuero y quedó a pies de Nihat. El empate, a tres minutos de final, no conformó a Turquía, mucho más entera en el tramo final. Nihat volvió a marcar dos minutos después. La hazaña se había producido en una impensable conjunción de situaciones favorables. Pero para convertirla en algo antológico, quedaba más. En el tiempo extra, al árbitro expulsó al portero Volcan por agredir a Koller. No fue penalti al estar el juego parado. Tuncay se puso de portero sin que hubiera tiempo para que tocara el balón.