Rafael Campanero vivió con una inusual calma , relata, el partido de ayer, a pesar de la intrahistoria jugosa que destiló, la presión del Cádiz dentro y fuera del campo y todo lo demás que había en juego. Por eso, cuando respiró aliviado y se desahogó llorando, dijo que "me perdonen el ego, aunque sea paradójico, esta ha sido la temporada con más aciertos que he tenido como presidente. Pese a las circunstancias tan difíciles que he tenido, he mantenido el ánimo y la cabeza fría en los momentos decisivos". Aún así, esta semana, en teoría, pondrá su cargo a disposición del máximo accionista del club.

En San Sebastián, a la misma hora, la descarga de tensión en el vestuario del Córdoba fue notable. Una vez conseguida la permanencia, el vicepresidente del Córdoba, Antonio Rodríguez-Carretero, bajó al vestuario para agradecerle a los jugadores su esfuerzo "inconmensurable" en las últimas jornadas. Carretero señaló que "no solo se ha sufrido hasta el último minuto del partido, sino hasta el minuto después, con ese penalti a última hora y esa emoción. Lo que parecía un milagro hace siete jornadas, se ha hecho realidad y hay que agradecérselo a todos".