De sobra es conocido que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Pero lo del Córdoba ya no tiene calificativos ni máximas que engloben los sucesos negativos que sufre regularmente. Y es que, cuando hace siempre lo más difícil se topa con el ñusco de siempre. Ayer, de nuevo desperdició dos goles de renta. Y gracias, porque Natalio tuvo en el descuento la oportunidad de birlar al equipo blanquiverde todo el botín que había en juego.

Lo de ayer no fue un accidente, sino una constante cíclica. Enésimo partido que se pone por delante y luego le empatan. Enésimo partido que no es capaz de dejar la puerta a cero. Enésimo jugador que ve una amarilla tonta que no le permitirá jugar el próximo encuentro... Eso sí, el que quiera ver espectáculo que acuda a El Arcángel. El campo blanquiverde es donde más goles se ven de toda la categoría. Por partido se marcan 2,9 tantos. Una media muy por encima del resto de terrenos de juego de la Segunda A.

El choque dejó la vuelta de Javi Moreno tras tres semanas sin entrar en las convocatorias. Su aportación fue mínima, ya que el técnico no le dio minutos para entrar en juego.

Y ahora toca ver la clasificación y esperar. El Córdoba puede acabar la jornada a tan solo un punto de la zona de descenso. Y el próximo partido no invita al optimismo, ya que los de Paco Jémez visitan el campo del Granada 74, el quinto mejor equipo como local.