El lunes se despereza lentamente en Menfis, después de una noche de risas y música en Beale Street, la calle que marca el pulso de la ciudad y que estos días anda disfrazada de Halloween. Es día festivo para los Grizzlies pero no para Gasol, que ayer se entrenó en solitario intentando recuperarse de un esguince de tobillo que le ha hecho perderse los últimos partidos de pretemporada.

Para Pau Gasol, a sus 27 años, esta Liga marca un punto de inflexión. Nunca se había implicado tanto en la formación de la plantilla ni había tenido tanto peso en las decisiones del club, marcadas por muchas caras nuevas, incluida la del técnico Marc Iavaroni. Dice Gasol sobre la nueva liga que se avecina que "cada temporada que empieza está marcada por buenos propósitos y yo estoy muy mentalizado en esta ocasión para mejorar. Espero que la temporada vaya bien y que el equipo olvide lo del año pasado".

Puntualiza Gasol sobre la llegada al equipo de Navarro que "tener a Juan Carlos aquí a mi lado es una ilusión. En lo deportivo es importante, porque no es un rookie normal. Lo único que espero es que lo pase lo menos mal posible. Es un año de adaptación y se pasa mal siempre. Yo lo pasé mal. Pero también hay que tener las cosas claras. Yo venía aquí a jugar a básquet, a triunfar y a hacer historia, y ya está. Para él va a suponer un reto este año. Pero también lo va a ser para mí".

Gasol ve como favoritos a "los de siempre. Habrá pocas sorpresas. Ni siquiera Boston. Si llega a la final no será una sorpresa. No puede serlo porque cuenta con tres jugadores de nivel All Star. Supongo que en el Este estarán Detroit, Chicago, Miami y, en el Oeste, Dallas, San Antonio y Phoenix, aunque no hay que descartar a Houston y Utah Jazz".