Nadie salió malparado. A tres días de reanudar el campeonato de Liga, la selección española cumplió su principal objetivo en Helsinki, que no era otro que mantener a sus futbolistas en buenas condiciones para reincorporarse al Valencia, al Barcelona, al Madrid y al Espanyol con vistas a lo del sábado. De paso, empató sin goles ante Finlandia, que tampoco hizo nada por dar alguna emoción al partido. Mucho más desinteresado todavía estuvo el madridista Raúl, que prefirió el Masters Series de tenis de Madrid a tragarse el bodrio, pese a que su figura no deja de dar titulares en el entorno de la selección.

No hubo manera de motivar a los jugadores españoles para tomarse el partido medianamente en serio. Tampoco el rival hizo mucho por hacer del encuentro un espectáculo más o menos vistoso. Estaba claro que, después de la victoria en Dinamarca, ponerse la pilas iba a resultar complicado, amén de incómodo e inoportuno. El acto final del centenario de la federación finlandesa ni siquiera animó a los futbolistas nórdicos, que dejaron bien claro nada más comenzar que el 0-0 era un buen resultado para ellos. Es el marcador que han obtenido en los tres últimos partidos en su grupo de la fase de clasificación para la Eurocopa, en el que han llevado una trayectoria descendente hasta reducir sus posibilidades a varias carambolas.

La igualada sin goles tampoco parecía mala para los españoles, a tenor del poco entusiasmo que desplegaron en el duelo.