Volvía el fútbol a Lucena en la sesión vespertina del domingo, como era tradición otrora, y se notó en la afluencia de público, ya que se produjo la mejor entrada en el estadio municipal. Antonio Montero Nene , técnico malagueño del Lucena, sorprendió a la parroquia local al dejar en el banquillo al gaditano Sergio Iglesias, que hasta la fecha había sido titular indiscutible, en beneficio del veterano Juanlu, que además cogió los galones de capitán. Con el ex jugador del Albacete, el equipo ganó en contención en el centro del campo merced a su seguridad y contundencia, pero quizá perdió en fluidez en ataque, porque no olvidemos que Juanlu casi toda su venturosa carrera futbolística en el Real Betis, Extremadura, Albacete y Poli Ejido ha jugado como central, por lo que no se le puede pedir otra cosa que no sea defender y entregar balones.

Son ya 300 los minutos que llevan los hombres de Nene Montero sin ver la puerta contraria, desde que el equipo aracelitano empató a uno en Mérida hace cuatro jornadas, y eso que en el día de ayer el entrenador malagueño sacó a toda la artillería pesada de que dispone.

En un principio, el ítalo--argentino Sara, que sigue sin demostrar la enorme valía que se le presupone por su alto coste económico, se zafó con la defensa del Jaén, sin apenas sorprender, con lo que el baile del tango de Gardel quedó para otra ocasión en el Municipal de Lucena, algo de lo que estaba ávida la afición local, que, cuando fue sustituido, incluso le recriminó con algunas protestas.

Su sustituto, el francés Hervé Bugnet, que debutaba ante su afición, después de haber jugado hasta el momento solo veinte minutos en Cartagena y Mérida, comenzó con muchas ganas de agradar y se apreciaron dos detalles de jugador rápido e incisivo, pero de igual forma estuvo en una isla desértica, donde no llegaban apenas balones, con lo que díficilmente se podía escuchar el gol a los acordes del himno de la Marsellesa francesa.

Tampoco el primer capitán del equipo, el lucentino José Antonio Pineda, que en la temporada del ascenso a Segunda B fue el máximo goleador del equipo, pudo estrenarse como goleador de esta temporada, pese a que con su juego constante y trabado lo intentó una y otra vez.

Ahora, habrá que ver si todos los internacionales que tiene el equipo unen su torre de Babel en beneficio del Lucena. Así pues, el tango argentino, la Marsellesa y el himno a María Santísima de Araceli, patrona de la ciudad y mentora del Lucena esta campaña en sus camisetas, se quedaron ayer para ulteriores veces, para una afición que se sintió en parte decepcionada por el pírrico fútbol ofrecido por los dos contendientes, en especial por los suyos.