De izquierda a derecha, Munárriz, Escalante, López Colodrero y Carrasco. López Colodrero separa a Escalante de Carrasco. Escalante, en la fotografía, conserva aún el aire de Don José , ese futbolista con estilo, de jerarquía, que había dejado sello. Para él, aquel 15 de noviembre de 1981 en el que la cámara de Ricardo tomó la instantánea, es ya la primera toma de contacto con un banquillo como entrenador. José María Romeo acababa de destituir a Cayetano Re, el paraguayo que elevó al Córdoba a Segunda A en el ejercicio 1980/81 con una cifra de puntos en la jornada 29 que hasta que fue pulverizada el pasado domingo ante el Ecija era la más alta del club en su historia en Segunda B. Escalante tomó la dirección del primer equipo del Córdoba como interino y aquella tarde invernal inició la carrera como técnico contra el Getafe.

Carrasco lanza hacia el campo una mirada fresca, de juvenil deseando comerse el mundo. Con 18 años, acababa de saltar a la primera plantilla procedente del filial impulsado por la norma que obliga a jugar durante un partido a, al menos, dos futbolistas por debajo de esa edad. López Colodrero es el otro. Munárriz mira hacia la derecha, igual que López Colodrero. Pero Escalante y Carrasco fijan el foco de sus pupilas hacia el mismo punto, en el terreno de juego. ¿Quizás en el futuro? Porque los dos van a coincidir mañana en el estadio de San Miguel en un banquillo- en esta ocasión, en banquillos distintos. Y no va a ser López Colodrero quien les separe, sino un puñado de más de una treintena de puntos. Les distancia, además, el doble sentido de una larga línea que conduce por un lado al ascenso y por otra al descenso.

Entonces, aquel 15 de noviembre de 1981, el Córdoba se impuso al Getafe por 3 goles a 0. Carrasco entró en el campo en el minuto 75 en sustitución de Ramírez. Escalante aún siguió otros dos partidos más al frente del equipo, como consecuencia de la espantada de Pachín, un técnico que sólo aguantó la presión blanquiverde en el banquillo 48 horas. Escalante volvió a dirigir al Córdoba ante el Castilla e hizo jugar a Carrasco quince minutos cuando entró por Charles en el último partido de Liga que los cordobesistas han disputado en el Santiago Bernabéu (1-1). En el duelo con el que Escalante cerró su primera etapa como entrenador, ante el Almería, ya con el yugoslavo Rajkov con mando en plaza, también Carrasco intervino desde el minuto 55, al tomar el relevo a Vinuesa. El presente ha vuelto a unir el destino de Escalante y Carrasco 26 años después. Esta vez juntos, pero no revueltos.