El español Jorge Lorenzo (Aprilia) es el único de los campeones mundiales en título que continúa ejerciendo su hegemonía prácticamente a cada momento y, en esta ocasión, fue durante la primera jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de España de motociclismo, que se disputará este fin de semana en el circuito andaluz de Jerez de la Frontera.

Lorenzo no tardó demasiados minutos en ponerse al frente de la clasificación provisional de tiempos, y lo hizo con casi un segundo de ventaja respecto a su más inmediato perseguidor inicial, el italiano Roberto Locatelli, al manillar de una Aprilia "vestida" con los colores de Gilera, si bien en las últimas vueltas otro español, Héctor Barberá (Aprilia) se colocó a poco más de medio segundo del campeón mundial. No obstante, el tiempo de Jorge Lorenzo todavía se encuentra algo lejos del mejor registro de la cilindrada, que tiene Daniel Pedrosa (Honda) desde el año 2005, pues rodó algo más de un segundo más lento que entonces lo hizo el catalán, si bien lo previsible es que por la tarde se baje aún más al darse unas mejores condiciones climatológicas para ello.

El húngaro Gabor Talmacsi (Aprilia) mantuvo la línea habitual de la más pequeña de las cilindradas y se erigió en el piloto más rápido de los primeros entrenamientos, pero por detrás de él se situaron los clásicos, con dos españoles entre ellos, Sergio Gadea (Aprilia) y Héctor Faubel (Aprilia), vencedor de la carrera inaugural de la temporada en Qatar y que durante algunos minutos detentó el mejor tiempo.

La sorpresa llegó en MotoGP, en donde dominaron inicialmente las Ducati, tanto la del australiano Casey Stoner como la del italiano Loris Capirossi, con la moto del brasileño Alex Barros como tercero en discordia, hasta sus tiempos llegaron después el estadounidense y campeón mundial Nicky Hayden (Honda RC 212 V), o el español Toni Elías (Honda RC 212 V) y el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1), pero a la postre no fue ninguno de ellos el que marcó la vuelta rápida. Otro estadounidense, Kenny Roberts, con una moto artesanal construida por su propio padre y equipada con el motor de cuatro cilindros dispuestos dos a dos en forma de "V" de las nuevas Honda, quien se llevó el mérito de obtener el mejor tiempo de MotoGP, por delante de todos los grandes de la cilindrada.