El Sevilla superó al Betis sin sobresaltos en el trámite del botellazo" que obligó a ambos equipos a disputar a puerta cerrada, en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe, los treinta y tres minutos que restaban del choque de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey.

Veinte días separaban la imagen de aquella botella lanzada desde la grada del estadio bético que impactó sobre la cabeza del técnico Juande Ramos de la desoladora fotografía que presentaba el estadio del Getafe. Aquel botellazo provocó el cierre del estadio Ruiz de Lopera y la suspensión temporal de la eliminatoria, favorable al Sevilla gracias a un gol de Kanouté y que obligaba al Betis a marcar dos goles para acceder a semifinales.

Las gradas vacías del estadio getafense no ayudaron al Betis, que el pasado 28 de febrero, cuando aún tenía esperanzas con el 0-0 de la ida, contaba con una grada a su favor que podría intimidar a cualquier rival. Con el estadio huérfano de parroquianos, y sin cuatro de los jugadores que participaron en el partido del botellazo, el Betis saltó al terreno de juego con la esperanza de lograr la hazaña de marcar dos goles en 30 minutos.

El Betis pagó su actitud en su viaje a Madrid, parecía que estaba de romería. Sólo el brasileño Robert pudo poner emoción al duelo. Su chutazo desde fuera del área pudo crear algo de emoción en el repleto palco getafense. Al final, los cambios se encargaron de dormir el encuentro.