Nada cambia en el ambiente perdedor que se vive en los Grizzlies de Memphis y el entrenador del equipo, Tony Barone Jr., pensó ante los Hawks de Atlanta que la solución podría ser sentar en el banquillo durante el tercer periodo al ala-pívot español Pau Gasol.

La estrategia no le resultó y al final los Grizzlies perdieron por 105-106 ante los Hawks, su sexta derrota consecutiva y la novena en los últimos 10 partidos disputados.

Gasol, que había estado liderando los ataques de los Grizzlies, en esta ocasión vio disminuir su tiempo sobre el campo de juego y de un promedio de 35,6 minutos por partido sólo jugó 24, en los que consiguió 10 tantos.

El jugador catalán anotó 4 de 10 tiros de campo, estuvo perfecto en los de personal con 2 de 2, logró cuatro rebotes y otorgó una asistencia.

"No es nada agradable ver el partido desde el banquillo, pero los compañeros que estaban en el campo hicieron un buen trabajo. Jugaron bien", declaró Gasol nada más concluir el encuentro disputado en el Philips Arena de Atlanta.

Gasol reiteró que cada vez que sale al campo lo hace con la mentalidad de jugar al máximo y eso fue lo que sucedió en el cuarto periodo.

"No hay nada que se tenga que hablar sobre mi actitud y esfuerzo cada vez que estoy en el campo, ni cabe ningún tipo de comentario", subrayó Gasol.

Por su parte, Barone Jr. justificó su decisión de dejar en el banquillo a Gasol con el argumento de que se quedó con los que "jugaban duro".

"No quiero ver más otras cosas", comentó Barone Jr. "Hay demasiadas excusas dentro del equipo".

Barone insistió que a partir de ahora se decidirá por los jugadores que den todo su esfuerzo y entrega en el campo porque es lo único que tiene sentido para su filosofía sobre lo que debe hacer un profesional.

Los Grizzlies (15-48) poseen la peor marca de la NBA, incluyendo también el registro más bajo en partidos como equipo visitante con 4-28.