El único interno que recibió al Córdoba CF con el atuendo blanquiverde dormirá con la satisfacción de haberle sacado al director general del club, Rafael Rojas, una promesa en forma de regalo. Ese aficionado anónimo lucía, orgulloso, un vetusto chándal, casi de la época en la que Emilio Vega, secretario técnico, era futbolista. En breve le llegará uno nuevo. Aprovechando la ocasión, otra joven que andaba por allí, daba sus datos personales, nombre y apellidos, para que le enviaran entradas. Escalante no podía hacer otra cosa que reír. Como todos.

Fue la prolongación de un acto en el que Pepe Escalante, Emilio Vega, Rafael Rojas y Esaú Sánchez estuvieron charlando con los internos del Centro Penitenciario de Córdoba.

Las preguntas no tienen desperdicio. "¿Por qué no sube el Córdoba a Primera?" Rojas toma la palabra. "Danos un poquito de tiempo". ¡Más tiempo que lleváis!".

Y siguen. ¿Vamos a tener que mosquear a Javi Moreno para que meta el gol de la victoria?" Escalante sale por la tangente. "En una convivencia siempre hay rencillas".

Y en una época de tanto trasiego de fichajes, Emilio Vega no se iba a librar. Hablaba el secretario técnico de las tres bajas que se producirían, cuando alguien saltó. "¿Javi Moreno será una?" Y más carcajadas. "¿Y a quién vais a traer?" "A Ronaldo", contesta con sorna Emilio. "A ese si viene dadle magdalenas"...

Para finalizar una anécdota. "¿Dónde están las gafas y el traje de la buena suerte?", preguntan a Escalante. "No me las pongo porque quería demostrar que se puede ganar sin ellas". "Pues te las podías poner fuera de casa", le replican. Vamos, que algo saben estos internos.