Un gol de Van Nistelrooy al comienzo de la segunda mitad dio la victoria al Real Madrid (0-1) en Montjuïc, donde hacía dos años que no ganaba, y acabó con la buena racha del Espanyol, que se había mantenido invicto durante diez jornadas.

El conjunto madridista volvió a jugar un partido gris, pero una vez más hizo gala de su oficio para adelantarse en el marcador y defender un resultado que peligró tras la expulsión de Fabio Cannavaro en el minuto 53 de partido.

El Espanyol empezó más conectado al encuentro, mejor colocado en el terreno de juego y con una velocidad más que su rival, pero también con un plus de precipitación que le perjudicó a la hora de generar peligro sobre la portería de Casillas.

El Real Madrid jugaba a verlas venir. Con el freno de mano puesto, impuso su fútbol cansino hasta comprobar que el equipo de Ernesto Valverde no le iba a causar, con ese juego atolondrado, más daño del esperado.

Pasado el cuarto de hora, los de Capello adelantaron algo sus líneas. Guti empezó a aparecer tímidamente y el Real Madrid abrió el campo con Reyes y Robinho con el propósito de jugar, durante el mayor tiempo posible, en terreno enemigo.

Tras la reanudación, el partido despertó de su atonía en tan sólo cinco minutos, lo que tardó Van Nistelrooy en controlar una asistencia de Guti dentro del área y batir a Kameni.