El técnico del Barcelona, Frank Rijkaard, afronta en Japón la posibilidad de redondear su palmarés internacional con el Mundial de clubes, un torneo que sólo dos uruguayos han conquistado, en su antiguo formato, como jugador y entrenador: Luis Cubilla y Juan Múgica. Como jugador del Milan, Rijkaard ganó la Intercontinental en 1989 (1-0 ante el Nacional de Medellín) y 1990 (3-0 ante el Olimpia Asunción). En 1990, además, fue elegido mejor jugador del partido disputado en Tokio gracias a los dos goles que marcó: el primero, en un remate de cabeza a pase de Gullit y el segundo, tras aprovechar un rechace tras un disparo al palo de Van Basten.

El holandés se convirtió en el mes de mayo en el quinto profesional en ganar la Copa de Europa como jugador y como entrenador, después de Miguel Muñoz, Giovanni Trapattoni, Johan Cruyff y Carlo Ancelotti.

Ahora podría convertirse en el primer europeo que gana el Mundial de clubes (Intercontinental hasta 2004) como jugador y entrenador, después de que Luis Cubilla lo hiciera como futbolista de Peñarol (1961) y de Nacional (1971) y como entrenador del Olimpia de Asunción en 1979, y Juan Ignacio Múgica, como jugador de Nacional también en 1971 y como técnico de Nacional en 1980.

El palmarés de Frank Rijkaard como jugador contempla tres Copas de Europa, una Recopa, tres Supercopas de Europa, una Eurocopa de naciones, dos ligas italianas, cinco ligas holandesas, dos Supercopas de Italia y dos Intercontinentales, entre otros títulos.

Como entrenador, sólo ha ganado títulos en el banquillo del Barcelona: dos Ligas, una Champions y dos Supercopas de España.