Pau Gasol, pura energía, carácter de NBA por todos sus poros, se vacía en los entrenamientos de la selección española de baloncesto, que prepara desde la pasada semana en San Fernando (Cádiz) el Mundial de Japón (19 de agosto al 3 de septiembre). Celebra todas sus acciones. Una, en especial, un tapón defensivo que permite a su equipo vencer en el partidillo de la mañana. Pau sonríe. Tiene motivos de sobras. El receptor del tapón ha sido su hermano Marc. Pero lo que hace sonreir a Pau es la presencia desde ayer de Marc Gasol (21 años y 2,15 de estatura) en los entrenamientos de la selección como jugador invitado, y aspirante junto al madridista Edu Hernández--Sonseca y Jordi Trias a la única plaza que queda libre en el equipo. La baja inesperada del pívot Fran Vázquez, del Akasvayu Girona, a causa de una lumbalgia, puede propiciar una situación curiosa: que Marc Gasol, un jugador al que Dusko Ivanovic apenas ha dado oportunidades esta temporada en el Bar§a, acabe convirtiéndose en uno de los 12 integrantes de España para la cita mundialista.

"Estoy que no me lo puedo creer. Completamente ilusionado y con muchísimas ganas", dice Marc Gasol, que solo tiene palabras de agradecimiento hacia el seleccionador Pepu Hernández. "Hacía tiempo que no tenía un entrenador que hablara tanto conmigo como él en un día", asegura, una frase cuyo destinatario es fácil deducir.

Marc la dice ahora que el Bar§a negocia su cesión a un equipo en el que disponga de más opciones de progresar. Al menos más de las que ha tenido este año (10 minutos en 21 partidos, con 3,1 puntos y 2,8 rebotes de media). "Estoy decepcionado, sobre todo porque llegué con mucha ilusión, trabajé con muchas ganas y no entiendo que pequeños detalles me impidieran jugar, aunque hay que ser profesionales y aceptar la situación", reconoce.

La marginación de Marc, lógicamente, no gustaba nada a Pau, convencido del talento de su hermano. Fue él quien prácticamente se encargó de comunicar a Marc este pasado sábado su convocatoria al mismo tiempo que el seleccionador, mientras el pequeño de los Gasol veraneaba junto a su novia en Alicante. "Después de una temporada tan desilusionante para él, esta es una gran oportunidad. Yo lo único que puedo decirle es que se esfuerce al máximo para aprovecharla", cuenta el jugador de los Grizzlies.

Pau no es el único que arropa a su hermano, que tiene una excelente relación con Juan Carlos Navarro y Felipe Reyes. A él le tocará sin embargo convencer a Pepu Hernández de que puede ocupar un asiento junto a su hermano en el ilusionante viaje hacia el Mundial.