Pero también los blanquiverdes no están teniendo fortuna. Al filo del tiempo definitivo, una buena internada de Israel la culminó con duro disparo que acabó con el balón en el travesaño. Ocurrió en el minuto 86, a un suspiro del final. Pudo haber sido el golpe definitivo pero hasta con la fortuna parecen estar peleados los blanquiverdes.

De inicio, sorpresas en la alineación. Escalante tenía bien estudiado al rival y puso una armas para contrarrestarlo completamente diferentes a las de los últimos partidos. Verza y Hugo Pina aparecieron en la alineación. El primero, exceptuando la jugada del penalti, cumplió como marcador; el segundo muy intermitente pero que cuando lograba conectar lo notaba su equipo porque imprimía velocidad y, también, una buena dosis de trabajo, algo que el Córdoba necesita en grandes porciones, aunque no fue el caso de ayer, ya que todos los que estuvieron sobre el césped pelearon cada uno de los balones y, lo mejor, no perdieron la concentración en todo momento.

Después de unos primeros quince minutos, donde el Linares presionó y llevó el control del juego, los cordobesistas se afianzaron el el campo. Con un sistema defensivo rayando en la perfección y un centro del campo trabajador, bien organizado y con aperturas a las bandas, el Córdoba maniató por completo al Linares, que no creaba peligro y que veía impotente como una y otra vez sus tímidos intentos de intentar llevar peligro eran neutralizados sin mayores problemas por los blanquiverdes.

La mejor prueba de ello es que el Linares sólo tiró a puerta en una ocasión, la del penalti, mientras que el Córdoba lo intentó varias veces. Las más peligrosas, por medio de Javi Moreno, Txiki y Fredrick.

INTENSIDAD La segunda parte fue también muy intensa aunque bajó algo ritmo. Algo lógico porque el desgaste fue tremendo. No obstante, era el Córdoba el que tenía el control y el que contaba con mayores posibilidades de romper la igualada. Lo pudo hacer, nuevamente, Fredrick pero el cancerbero Oscar desvió a córner su envenenado disparo y luego llegó el ya citado tiro de Israel que dio con el balón en el larguero cuando el encuentro entraba en su recta final.

Un empate que sabe a poco porque los hombres de Pepe Escalante fueron mejores que el Linares y demostraron mucho oficio y concentración. El problema se agrava porque siguen sin saber mantener un resultado a favor, algo que se está repitiendo excesivamente en las últimas jornadas y que les ha costado descolgarse por completo de la zona alta de la clasificación.

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