El Córdoba echó ayer por tierra casi todo el trabajo de la temporada. Cuando mejor se le habían puesto las cosas, los blanquiverdes no han sabido rematar la faena. Si el domingo pasado fue el Sevilla B el que dejó tocados a los de Pepe Escalante, ayer fue el Ceuta, al que le bastó con apretar en el segundo tiempo y aprovecharse de las lagunas y, sobre todo, de los errores defensivos de los cordobesistas.

Resulta harto complicado comprender qué le pasó al Córdoba en el segundo tiempo. Su bajón fue de los que hacen época. Sus jugadores se rindieron muy pronto y se dejaron avasallar por un rival, nulo en el primer tiempo, pero que, sin embargo, mostró otra cara en el segundo. Pero para ello contó con la total colaboración de un equipo, el Córdoba, que, descompuesto, no lograba dar dos pases seguidos y que perdía el esférico con inusitada rapidez.

Al final, los blanquiverdes perdieron la clara ventaja adquirida por medio de Javi Moreno en dos ocasiones, y menos mal que el empate lo logró el Ceuta a dos minutos final, porque posiblemente les hubiera costado la derrota a tenor de cómo se estaban desarrollando las cosas.

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