Menuda sincronización. Después de días de queja arbitral, Pepe Escalante ponía ayer punto y final en Córdoba al debate sobre los colegiados --"Ya se ha hablado todo lo que se tenía que hablar (de los árbitros), tenemos que centrarnos en nuestros errores, que también los tenemos", expuso el de la Electromecánica-- ayer mismo los medios extremeños manifestaban el malestar que existe en el club pacense por los arbitrajes de esta campaña. Y es que el cuadro que dirige Antonio Montero ha visto 14 rojas en lo que va de temporada y pasa por ser el único equipo del grupo IV de Segunda División B al que no le han señalado un penalti a favor en las 24 jornadas que se llevan disputadas. El desglose de las cartulinas rojas tiene como protagonista al propio técnico pacense, que ha sido expulsado tres veces esta temporada, y en segundo lugar del ránking a su ayudante Paco Ruiz, que ha tenido que abandonar el campo en dos ocasiones. La inferioridad numérica blanquinegra en el terreno de juego se ha dado en seis ocasiones, y en dos de ellas el cuadro extremeño acabó el partido con nueve jugadores. Además, los de Montero se quejan de ser el tercer equipo al que más penaltis en contra le han pitado, cuatro en 24 jornadas. Lo cierto es que esa tercera plaza es compartida: Córdoba, Conquense y écija también han visto como les castigaban con cuatro penas máximas.

Sea como sea, en Badajoz consideran que existe maltrato arbitral, y aportan como prueba los dos goles anulados ante el Sevilla B, o el fuera de juego que precedió al gol que llevó a su empate en Marbella. Poco más o menos el mismo discurso que los blanquiverdes, pero en clave extremeña.

Pero siempre hay una diferencia, y en este caso es la actitud ante el colegiado del domingo, Sánchez Cano. Mientras en Córdoba se congratulan de su historial de esta temporada --una victoria visitante en ocho partidos-- en Badajoz, el melillense sólo suscita sospechas.