Se tiene noticia de que el de Zafra es un campo angosto, incómodo, demasiado parecido al de Alcalá de Guadaira. Quizá por ello la consigna es agrandar el terreno de juego. Jugando un clásico 4-4-2 o, como ensayó Escalante en la segunda parte del partidillo que jugó ayer el Córdoba contra su filial, probando con el 3-5-2, con carrileros netamente ofensivos.

El técnico no dio pistas sobre el once, pero sí sobre la intención de juego. Un equipo compacto, en la línea del choque ante el Conquense, pero decididamente volcado hacia las bandas y sin miedo a disparar desde la frontal del área. Escalante probó de inicio un once mayoritariamente sub 23. Los puntas, Ruano y Javi Flores --Escalante les corrigió en más de una ocasión-- se replegaban hacia el centro abriendo los costados. Así llegaron el 1--0, obra de Oscar Pérez, y el 2-0, por medio de Txiki. En el segundo tiempo, ya con los mayores , el técnico dibujó una defensa de tres (Osuna --luego entró Hugo--, Pierini y Germán), con dos acarrileros como falsos extremos y Villa y Javi Moreno muy pegados a las bandas. Una internada de Fali dió el 3--0 a Javi Moreno. Luego llegaría el 3--1, obra de Antonio Pino. La duda que queda es si lo de ayer fue un ensayo o una declaración de intenciones.