Lo más parecido al proyecto que inician este año Enrique Orizaola y Rafael Ruiz Coco tuvo lugar hace muy poco tiempo, a comienzos de la temporada 02/03, interrumpida fulminantemente --como siempre-- por los malos resultados, que colocaron a Iosu Ortuondo en diciembre en la calle y al Córdoba con un pie en el descenso. Se fue Ortuondo y llegaron Miguel Angel Portugal y Zambrano. Hasta ese día, el proyecto de cantera (?) y fichajes de la categoría se estrelló con dos victorias en diecinueve partidos y ningún gol fuera de casa. Establecer un paralelismo entre lo que fue aquella etapa, por lo que supuso en reconvertir a un club ansioso y obsesionado con el ascenso --el de Gómez-- en otro paciente y realista que echaba mano a la Segunda División para reforzar el equipo --el de Marín--, con la etapa que ahora comienza no es justo. Primero, porque Ortuondo contó apenas con tres fichajes (Gorka, Sandro y Pato), y para esta temporada se planean siete u ocho, y de muy distinto pelaje. Y segundo, porque ni el técnico de Ondarroa ni Coco --por entonces también secretario técnico-- contaban con la solvencia económica de que dispone ahora el primer presidente profesional de la historia, Enrique Orizaola.

Desde entonces, el Córdoba ha dado un giro radical en su libro de estilo. De manos de Miguel Angel Portugal llegaron los fichajes de Primera División. Hasta diez en el mercado invernal, que ponían fin al cutre-fichaje , aunque tampoco fueron capaces de dejar solventada la salvación hasta el último partido de Liga, con lo que cada vez más gente ponía en cuarentena el estilo.

A priori, la capacidad de gestión del millón de euros con el que contaba Portugal a principios de temporada (03/04), que fue creciendo y creciendo hasta lanzar un déficit este año que ronda los tres millones de euros, parecía aceptable. Llegaron once futbolistas de Primera y tres de Segunda División, más otros dos de Primera en el mercado invernal. Sin embargo, esos trece jugadores de Primera demostraron en su mayor parte por qué no habían jugado partidos en sus respectivos equipos y por qué no habían encontrado acomodo en otros conjuntos. La mayoría, hasta seis, no continúan esta temporada y no han encontrado aún equipo para el próximo ejercicio.

Esta temporada, la primera en la que un presidente ejecutivo y profesional llevará las riendas en nombre del triunvirato, y otra etapa más de Coco al frente de la dirección deportiva, toca cambiar una vez más el guión deportivo.