El filial está viviendo la temporada más complicada desde que está en Tercera. Tras meses en los que la salvación se llegó a ver hasta a siete puntos, los blanquiverdes ya ven factible el salir de los puestos de descenso en los que entró en la quinta jornada y no ha logrado salir. Incluso el pasado domingo, si el Cartaya hubiese perdido ante el Chiclana, los canteranos hubiesen estado fuera ya de la zona peligrosa. El triunfo en el minuto 90 del Córdoba B ante el Serrallo sirvió para ascender del último puesto a las puertas de los puestos de descenso y ahora, el filial tiene a tres puntos al Cartaya y Cerro del Aguila y a uno al Montilla. Desde la llegada de Falete el equipo ha cambiado su cara y de nueve partidos sólo ha perdido dos, logrando en este tramo de competición más puntos que equipos como Villanueva, Chiclana o Dos Hermanas.

Una de las claves en las que se ha cimentado la escalada blanquiverde es la solidez en casa y el mantener prácticamente el mismo equipo titular en todos los partidos. Esto no lo va a poder repetir en la próxima jornada, en la que el Córdoba B visita al Villanueva, ya que una de sus estrellas, Guirado, fue expulsado el pasado domingo.

Falete, técnico del equipo, incluso asegura que ahora "los equipos ya nos juegan con precaución". El técnico es consciente de que el triunfo del pasado domingo era vital y afirma que "sabíamos que el partido teníamos que ganarlo y aunque esperaba que el gol llegase antes para no pasar los problemas que tuvimos ante el Dos Hermanas, al final llegó en el último minuto y quizás así sabe mejor". Al filial le queda un tramo de Liga muy complicado, ya que ahora tiene los derbis seguidos ante Villanueva y Lucentino y tiene que jugar también ante el líder, Sanluqueño. También quedan choques directos en la zona baja ante Linense, Nueva Sevilla, Montilla o Sanluqueño.