El duelo entre el español Juan Carlos Ferrero (N.3) y el rumano Andrei Pavel correspondiente a los octavos de final centró la pasada madrugada la atención de la octava jornada del Open de Australia, primer Gran Slam del año. El de Onteniente buscó el billete para cuartos ante un rival al que no había ganado nunca pues ambos sólo se habían enfrentado en una ocasión, en 2000 en el Masters Series de Hamburgo y la victoria fue para Pavel.

Aunque Ferrero parece haber superado las molestias físicas que padeció ante Filippo Volandri y en la ronda anterior fue muy superior al sueco Joachim Johansson, Pavel, verdugo de Jiri Novak, podría dar la sorpresa.

El otro gran duelo de la jornada lo protagonizaron el australiano Lleyton Hewitt (15) y el suizo Roger Federer (2) en una reedición del duelo de semifinales de la Copa Davis del pasado mes de septiembre en el que el helvético ganó los dos primeros sets, pero el aussie dio la vuelta al partido y clasificó a su país para la final.

Por otra parte, el duelo fratricida de la jornada lo disputaron los argentinos David Nalbandián (N.8) y Guillermo Cañas, que parece haber recuperado su mejor juego.

NADAL VUELVE A CASA

Tommy Robredo y Rafael Nadal fueron eliminados ayer en la tercera ronda zimbabuenses Wayne Black y Kevin Ullyett, por 6-3 y 6-2, y vuelven a casa junto con los componentes del G-3, con el objetivo de la Copa Davis en mente, y la preocupación de la lesión de Carlos Moyá.

Aunque el equipo oficial no será comunicado hasta este próximo martes en Barcelona, la actuación de esta pareja española les hace acreedores de un puesto para la confrontación de la primera ronda, que se disputará en el Centro de Exhibiciones de Brno del 6 al 8 de febrero contra la República Checa. Su comienzo de temporada no ha podido ser mejor con la obtención de su primer título en Madrás, y después superando dos rondas en Melburne, hasta caer ante una pareja consolidada como la zimbabuense, octava favorita. En total, Nadal y Robredo han ganado seis encuentros consecutivos hasta que Black-Ullyett se cruzaron en su camino.

Vuelven con ellos los tres capitanes del G-3, Juan Bautista Avendaño, Jordi Arrese y José Perlas (este último capitán de Albert Costa, eliminado el sábado en tercera ronda), y lo hacen preocupados y por el estado de forma de Carlos Moyá, cuya lesión en el tobillo derecho producida en la final de Sydney ante Lleyton Hewitt no está solucionada y se duda si el mallorquín llegará a tiempo para la cita de Brno, una baja importante.