Las victorias de los valencianos David Ferrer y Anabel Medina, y la del asturiano Galo Blanco, salvaron los resultados españoles en la primera jornada del Abierto de Australia, que se cobró ocho bajas, entre ellas la del mallorquín Carlos Moyá, la del gerundense Tommy Robredo, y la canaria Magui Serna, tres de los favoritos.

Si Moyá cayó sin pisar la pista, Tommy Robredo puso corazón pero sus golpes no le acompañaron. El gerundense había alcanzado la semana pasada las semifinales de Sydney y había ganado el torneo de dobles de Madras junto con Rafael Nadal.