No hay mejor forma de empezar una racha que acabar con otra. Ayer los grancanario pusieron fin a una larga sequía en su estadio, una sequía histórica que se remontaba a la colocación casi de la primera piedra, ya que los insulares no sabían lo que era ganar en Las Palmas desde que se mudaron al nuevo estadio de Gran Canaria. Y lo hicieron a lo grande, ante el equipo en mejor forma de la Liga, ante el Córdoba CF de Miguel Angel Portugal, que todavía no conocía la derrota y que se mantenía invicto e imbatido desde hace cinco jornadas. Los blanquiverdes ven de este modo frenada su escalada, pero aún así se ven lo suficientemente alejados del descenso, como para tener tranquilidad y fe en su estilo de juego.