Unas 2.000 personas se congregaron ayer en el cementerio de Santa Cristina de Montouto, en el municipio coruñés de Abegondo, para dar el último adiós a Manuel Ríos. Durante el funeral que tuvo lugar en el mismo camposanto, el párroco Fernando Isorna subrayó en su homilía que "Manuel Ríos actuó dejándose llevar por la bondad de su corazón, intentando impedir una atrocidad, y él fue víctima de esa atrocidad".