El Mónaco ha encontrado su "10" en Fernando Morientes, el jugador cedido por el Real Madrid que ayer marcó dos tantos en Liga de Campeones contra el AEK de Atenas (4-0) y fue decisivo en la segunda victoria que coloca al conjunto del Principado en posición de lograr la clasificación.

Morientes se ha convertido en el espíritu de un equipo que ha hecho de la eficacia ofensiva la base de su juego y que tiene en el español el perfecto estilete anotador. Con los dos goles marcados al AEK, Morientes suma tres en Liga de Campeones. El Mónaco ha encontrado un perfecto sustituto para Shabani Nonda, máximo goleador de la pasada temporada y al que una lesión privará de toda la presente.

HASTA CANALIZA EL JUEGO

Pero más allá de su eficacia de cara al marco rival, el extremeño canaliza todo el juego de ataque monegasco, como demostró en el primer gol, obra de Giuly pero que nació en un perfecto gesto técnico del ex madridista. En el segundo tanto, Morientes demostró su fama de oportunista y llevó a la red un rechace que se había estrellado contra la escuadra griega. En el tercero, fue el Morientes cabeceador el que resurgió, con un potente remate de cabeza. En el minuto 76, Didier Deschamps le dio un ganado descanso y el público del Louis II le despidió con una cerrada ovación.

POTENCIA

El conjunto de Deschamps aprovecha toda la envergadura de Morientes para organizar su juego, que en numerosas ocasiones comienza con un pase al delantero español. Morientes se mueve con libertad, apoya en la presión defensiva pero es el referente inmediato de todos sus compañeros, bien como pivote para despejar el juego, bien aprovechado su habilidad para el desmarque.

El Mónaco no ha terminado ningún partido esta temporada con su marcador a cero, sólo conoce una derrota en el campeonato, no ha perdido en Liga de Campeones y lidera el campeonato doméstico. Y ha encontrado un goleador eficaz que ha aclarado su juego ofensivo. Un diez.