Tampoco pudo ser en esta ocasión. Al Córdoba se le está resistiendo conseguir su primera victoria en la presente temporada. Ayer la tuvo más cerca que nunca, pero los hombres de Castro Santos la dejaron escapar.

El choque y el marcador lo tenían encarrilado pero un despiste en el último minuto de la primera parte acabó con la esperanzas de los blanquiverdes de marcharse al descanso con ventaja y afrontar la segunda mitad de otra manera.

Pero el Córdoba parece que no sabe ganar. Así se desprende de la forma en que se le están escapando los puntos. Bastó un simple error defensivo en la primera mitad para que lo aprovechara el Tenerife.

La primera parte fue de mucho control en el centro del campo y muchos problemas para entrar por las bandas debido a la acumulación de hombres. En una jugada aislada, el Córdoba se adelantó en el marcador. El autor fue Pablo Sierra, que no se alteró cuando le llegó el balón en buenas condiciones. Se sacó un disparo raso que acabó en el fondo de la red canaria.

Solamente habían transcurrido catorce minutos de juego. Pero se estaba viendo a un Córdoba mucho más motivado, sabiendo lo que hacer y con algo de llegada, una cuestión que se había echado en falta en anteriores partidos.

Después de un susto de Hidalgo, la zaga cordobesista estaba cumpliendo bien con sus trabajo. No dejaba al Tenerife llegar en buenas condiciones y eso lo notaba, sobre todo, Jáuregi.

Y no es que en ataque los blanquiverdes estuvieran muy inspirados, todo lo contrario, ya que tanto Olivera como Pulpo González, los hombres más adelantados, estaban siendo muy bien marcados por los rivales, dejándoles pocas opciones de encarar su portería.

Lo mejor era que el Córdoba no pasaba agobios de ningún tipo y controlaba con orden y disciplina la situación. No dejaba huecos y cuando salía de su campo daba sensación de peligro. Pero el gran problema se presentaba cuando el balón rondaba el área tinerfeña. Ahí se acababa todo. Y esto fue decisivo para que Amaral decidiera asumir mayores riesgos, algo lógico porque además su equipo iba por debajo en el marcador.

Jugar más cerca del área cordobesista le dio su fruto al Tenerife. Aunque fuese por medio de una jugada individual logró equilibrar el resultado. Jesús Vázquez no desaprovechó el regalo y acertó a batir a Jáuregi.