Toda terapia comienza con la búsqueda del problema y Castro Santos parece haber dado con él. Después de dos semanas sumando de punto en punto, se avecina el primer partido televisado por Canal Plus, con todo lo que eso conlleva --nunca el Córdoba ha ganado a mediodía en partido televisado--, y lo hace con un preludio de nervios e indultos. El técnico dice que el entorno está "traumatizado" por los últimos años y que necesita tranquilidad. El jueves la ansiedad explotó en un entrenamiento tenso con la expulsión de Pablo Sierra. Se veía venir después de tantas advertencias al vestuario. Tras la tempestad, llegó la calma. La plantilla se apiñó el viernes para sacar al equipo de abajo y brindar el primer triunfo. La concentración es máxima. Ayer se encerraron sin observadores para ultimar los detalles y hoy, ante el Tenerife, el Córdoba tiene la oportunidad de reconducir el camino y ganarse ese favor del público, que es el único en disposición de otorgar favores. Porque hasta la fecha no ha sido posible.

En la parcela deportiva, el uruguayo Fleurquin debutará tras superar una amigdalitis y lo hará en compañía de Ramón en el doble pivote. La incógnita estará en la banda derecha donde Sierra y Villa se juegan el puesto. ¿Habrá perdón para el ex racinguista? Queda en manos de Santos.