Los jugadores del Real Madrid han encontrado su particular paraíso en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, al dejar de tener un contacto directo con los aficionados y con la prensa en todas y cada una de las sesiones de entrenamiento.

En la Ciudad Deportiva, apenas una valla metálica separaba a los aficionados de los coches de los jugadores, mientras que en el aparcamiento la prensa y muchos más aficionados podían tener un roce continuo con los profesionales.

En el primer entrenamiento en Las Rozas, los jugadores comprobaron que su aislamiento va a ser casi total. No faltaron las anécdotas, como las de algunos jugadores de no saber salir del recinto deportivo.

El jugador que comparece en sala de prensa debe coger el coche para acceder desde su lugar de estacionamiento, cerca del vestuario, hasta los periodistas, al lado opuesto de la Ciudad del Fútbol.

Una de las pocas opciones para poder hablar con los jugadores es hablar con el departamento de prensa y que ejerza de mediador. El primer día muchos jugadores desestimaron la citación y acudir hasta donde están los periodistas, quizá por la pereza de tener que coger el coche dentro de las instalaciones deportivas.

Los jugadores tienen una salida de vehículos en su lugar de estacionamiento, lejos del mundanal ruido y sin ninguna presión de aficionados o periodistas.

En los próximas días, es de prever, que la relación con los jugadores se normalice de alguna manera, sobre todo teniendo en cuenta las afirmaciones del presidente del club, Florentino Pérez, que no se cansa de repetir que el Real Madrid "es el club más universal" y porque un alejamiento definitivo de jugadores con prensa y aficionados sería un gran paso atrás.