El equipo español inicia este fin de semana el sueño de alcanzar por cuarta vez la final de la Copa Davis, y lo hace con ilusión y convicción sabiendo que si juega sus armas como sabe en Málaga, contra el otro coloso en tierra, la temible Argentina, debe imponer la calidad de sus hombres.

Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyá, 1 y 6 del mundo, son los encargados de defender los puntos individuales por España, y finalmente, tal y como se esperaba, Mariano Zabaleta y Gastón Gaudio, 24 y 32, han sido las elecciones del capitán argentino, Gustavo Luza, que ha dejado a Agustín Calleri, con mejor ránking que todos (16 del mundo) para el doble. Una decisión lógica, a la vista de los enfrentamientos entre unos y otros.

La batalla entre cuatro grandes especialistas de tierra está servida, y se inicia con un espectacular choque entre Ferrero y Gastón Gaudio, el jugador argentino que mejor conoce a los españoles, y que de hecho se ha enfrentado nueve veces a Juan Carlos, con 5-4 para él, y la última también con victoria del bonaerense, este año en Cincinatti y en pista dura. Ferrero acaudillará este tercer escalón de la Operación Reconquista. Sale con la vitola de número uno del mundo, y con la responsabilidad de salvaguardar los intereses de España con el tenis que le ha llevado a esa posición tras alcanzar la final del Abierto de EE.UU. Además lo hace en una ciudad que le trae buenos recuerdos, pues fue aquí donde debutó con el equipo en el 2000 contra Rusia, con victorias ante Yevgueny Kafelnikov y Marat Safin.

Tres campeones de Roland Garros, Ferrero, Moyá y Albert Costa, y un finalista, Alex Corretja, parecen suficientes garantías, sobre todo si el formidable coliseo (14.000 espectadores) levantado en el aparcamiento del pabellón Martín Carpena, brama a favor del equipo español.

Argentina, que ya fue finalista en 1981 y semifinalista el pasado año (contra Rusia) también cuenta con un 10-0 este año tras desequilibrar a Alemania y Rusia, pero no dispone de sus dos mejores raquetas, Guillermo Coria y David Nalbandian.