En los últimos años, hablar de Ipurúa en Córdoba se ha convertido en sinónimo de inquietud. Por su constricción, que ahoga más que el sol a los del norte; por el fútbol directo que allí se practica, antónimo del manoseo trotón que se pone en uso en otras latitudes; por su juego aéreo y su estrategia... Los blanquiverdes van avisados todos los años, cada vez con más lecciones y más mezcla de sangre en su plantilla, pero siempre caen en sus redes y se vuelven de vacío del País Vasco. Hasta ahora siempre fue así. Pero este año, con todos los condicionantes en contra para los cordobeses: sin un delantero de referencia, con un equipo a medio acoplar y con muchas dudas tras no conocer aún la victoria, con un solo punto en el casillero, el preludio parece otro. Y es que resulta que a Amorrortu, el nuevo técnico azulgrana, le gusta también tocar el balón y ahí puede estar la clave del partido de esta tarde. Porque hasta ahora la cosa estaba clara.

INFECTADO POR EL PATADON

El Córdoba se contagiaba una y otra vez del patadón --no es de extrañar, además, con apuestas del calibre de Juanito en el medio campo el año pasado con Ortuondo y cosas así--, pero si hoy es capaz de llevar al Eibar al terreno del toque, difícil en ese campo, eso sí, puede imponer su mejor calidad, teniendo además en cuenta que a los vascos les faltan dos piezas claves: Urzelai y el goleador Burgueña, ambos tocados.

Durante la semana que pasó a prueba el danés Beck se vieron otras cosas. Por ejemplo, que llegó la hora de Fleurquin. El uruguayo combina mejor que ningún otro pivote el poder aéreo, la garra del destructor y además es de los menos malos a la hora de poner el balón en juego. No hay que olvidar que el organizador no existe en este equipo. El penúltimo fichaje del Córdoba será uno de los pivotes, al que acompañará Gracia o Ramón o Montenegro. La prueba más fiable se ha hecho esta semana con el vasco Gracia, que dota de más llegada al equipo. Montenegro aparte. Porque si con Ramón se gana en consistencia, con el argentino, en duende, pero claro, el Córdoba se resiente en defensa. Luego pega más Gracia que está a mitad de camino de ambos.

Quien no estará seguro es Francisco, el gran sacrificado de la tercera jornada, y que quedó fuera de la convocatoria. Corren malos tiempos para uno de los mejores jugadores del Córdoba en la pasada campaña. Y es que Castro Santos no se casa con el pasado.

Pero si Fleurquin será la novedad en el centro del campo, el noruego George puede ser la otra en la media punta. El futbolista tiene antes un examen oral con el técnico gallego, según explicó ayer, y si lo ve convencido, le dará la banda izquierda, acompañando a Sierra y Olivera. Aquí la duda estará en si el entrenador premia a Alfonso por su excelente papel del pasado domingo, con lo que George ocuparía el lugar de Olivera, o si bien lo reserva para el segundo acto. Pero no hay pistas. El resto del equipo será el mismo de siempre. Las opciones están claras e Ipurúa además no invita a hacer muchos experimentos. Todos han fracasado.