El próximo fin de semana los dos clubes cordobeses participantes en la División de Honor, máxima categoría juvenil, comienzan su andadura en la competición liguera con el único objetivo de la permanencia, aunque desde ambos clubes se reconoce que una vez logrado la meta no se renuncia a optar por una de las dos plazas que da opción a jugar la fase final nacional y la Copa del Rey.

Para el Córdoba, estar en la máxima categoría juvenil significa preparar a los canteranos para que adquieran carácter competitivo de cara al filial amateur y al primer equipo. Aquí podrán codearse con la élite del fútbol nacional como el Sevilla, Betis, Málaga o Atlético de Madrid. Ya el año pasado coquetearon con jugar la fase final y la Copa del Rey. La acariciaron, pero la segunda vuelta fue muy irregular y acabaron en un digno quinto puesto.

Por su parte, el Séneca, cuna de los mejores canteranos de la provincia, querrá evitar pasar los apuros de la anterior campaña. Para ello, Pepe Tapias ha mezclado a jugadores veteranos con debutantes en la categoría llenos de calidad, por lo que, a pesar de la dificultad añadida este año en esta competición con equipos como Málaga, Atlético, Murcia, Sevilla o Betis, no se decarta logra el histórico quinto puesto logrado hace dos temporadas.