CAMERUN: Idris Kameni; Thimothee Atouba, Rigobert Song, Lucien Mettomo, Jean-Joel Perrier; Eric Djemba, Modeste Mbami, Valery Mezague (Achille Emana, 91´), Geremi; Pius Ndiefi (Samuel Eto´o, 67´) y Mohamadou Idrissou

FRANCIA: Fabien Barthez; Willy Sagnol (Lilian Thuram, 76´), William Gallas, Marcel Desailly, Bixente Lizarazu; Ludovic Giully, Olivier Dacourt (Olivier Kapo, 90´), Benoit Pedretti, Sylvain Wiltord (Robert Pires, 65´); Thierry Henry, Djibrill Cissé

GOL: 1-0 (97´) Henry

ARBITRO: Valentin Ivanov (RUS), mostró tarjeta amarilla a Mbami y Dacourt.

Un gol de oro de Thierry Henry en la prórroga de la final contra Camerún (0-1) permitió a Francia renovar la Copa de Confederaciones, una competición en la que los galos no han perdido ningún partido y en la que los africanos no pudieron homenajear con una victoria a su compañero fallecido Marc-Vivien Foé.

Francia no conoce la derrota en la Copa de Confederaciones, un torneo que se adjudicó en su primera aparición, hace dos años en Japón y Corea del Sur, y que es su segunda aparición, en su propia casa, ha vuelto a ganar sin desplegar un gran juego.

Los "bleus" privaron a Camerún del homenaje que querían rendir sus compañeros a Foé, y de convertirse en la primera selección africana que gana un trofeo de la FIFA de selecciones absolutas.

Pero los "leones indomables" se fueron del torneo con la cabeza alta, e incluso en la final no fueron inferiores a los franceses.

Aunque fue Francia la que quiso tener el balón, el conjunto galo mostró las mismas dificultades para trenzar su juego que ha evidenciado en todo el torneo.

El doblete Dacourt-Pedretti, elegido por Santini para sustituir a la pareja de madridistas Makelele-Zidane -que se quedaron con su club para disputar el final de la liga española-, todavía precisa de un largo rodaje.

El equipo carece de frescura y el juego de Francia depende de alguna genialidad que salga de las botas de Thierry Henry, un jugador que está en estado de gracia y al que sólo detiene su propia fatiga física.