Se acabó. Las colas echaron humo ayer hasta cerca de las nueve de la tarde en que los más rezagados seguían en fila para conseguir las últimas plazas a Getafe. No acudirán más a la última cita porque no quedan más días por delante. Pero todavía los más remolones pueden conseguir esta tarde en el estadio su entrada para el partido de la permanencia, ya que abrirá nuevamente de seis a ocho. Eso sí, tendrán que buscarse la vida en el viaje, ya que ayer acabó el plazo de reservas. Al final, la cifra se paró en 35 autobuses (más dos de la Grada Joven, que van aparte) y alrededor de 2.000 seguidores, con lo que la fiesta entre taquilla y viandas le puede salir al club por unos 20.000 euros, aproximadamente. Y es que el consejo echará el resto en la última cita de la temporada (Coliseo Alfonso Pérez, 21.00 horas), ya que la afición ha arropado a su equipo.

Ayer, con los datos en la mano, el presidente del Córdoba, Angel Marín, decía que "por ellos merece la pena cualquier esfuerzo". "A ver si le damos la puntilla y que todos nos vengamos contentos", añadió. Porque está previsto que al igual que los más de dos mil blanquiverdes que se darán cita mañana en Getafe, todo el consejo de administración viaje junto a sus familiares y amigos en un autobús, aunque partirá más tarde --la vuelta si se hará conjunta--. "Optimismo no sé, pero sí lo veo con mucha responsabilidad, hay que tener hasta el final los pies en el suelo", afirmó Marín, aunque se mostraba con un tono muy diferente a anteriores partidos, casi contento. "Hasta que no llegue el lunes no descanso, me refugiaré la últimas horas con mis pensamientos, con la familia y si hace falta con todos los Santos", decía irónico. "Aquí cada cual lo vive a su modo, pero todos queremos lo mismo. Lo único que pido a los míos es que corran, porque nosotros ya hemos hecho lo que podemos. Ahora son ellos", acabó.