El alemán Michael Schumacher (Ferrari) logró la victoria en el Gran Premio de Canadá y pasa a encabezar la clasificación del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno, en la que Fernando Alonso (Renault) puso en pié a los espectadores con su remontada que le llevó a luchar por la victoria, aunque finalmente cruzara la meta en cuarta posición. La de ayer fuela cuarta victoria de la temporada para Michael Schumacher, la sexta en Canadá, y la 68 de su carrera, conseguida por delante de los pilotos de Williams-BMW, su hermano Ralf y el colombiano Juan Pablo Montoya, que entraron a siete décimas de segundo y a un segundo y tres décimas respectivamente.

El circuito Gilles Villeneuve de Montreal era uno de los más desfavorables para el Renault de Fernando Alonso, sin embargo la actuación del asturiano no podía ser más espectacular, partido desde la segunda fila de la formación de salida, lideró la prueba durante 12 vueltas, dio la vuelta rápida en carrera y cruzó la línea de meta a tan solo cuatro segundo y cuatro décimas del vencedor.

Las últimas quince vueltas de Fernando Alonso fueron impresionantes, después de su segunda parada para repostar y cambiar neumáticos, se incorporó a la pista en cuarta posición a 9.7 segundos del líder Schumacher. Era con diferencia el hombre más rápido en la pista, Schumacher era seguido como su sombra por su hermano Ralf y por Montoya, y Alonso, jaleado por el público, volaba para alcanzar al trío de cabeza, pero desgraciadamente su coche no daba para más y para subir al podio dependía de los coches que le precedían.

Pero ni Michael Schumacher, ni Ralf, ni Montoya fallaban y Alonso se tenía que conformar con un cuarto puesto que hubiera firmado antes de disputar este Gran Premio, pero que a la vista de lo ocurrido en carrera, dejaba el sabor amargo de no subir al podio y agradecer al público su apoyo.

IMPECABLE

Al inicio de la carrera Alonso salió indemne de la curva Senna, la primera después de la salida, en la que el brasileño Rubens Barrichello (Ferrari) le dio por detrás, pero por suerte no le averió nada y pudo proseguir su marcha sin contratiempos. Todos los pilotos realizaron dos paradas para repostar y Alonso fue el último en realizar esa operación lo que le permitió liderar la carrera en dos ocasiones, entre las vueltas 21 a 25 y entre la 48 y la 54 de las 70 de que constaba la prueba.

Cuando Alonso se detuvo por primera vez para repostar, no cambió los neumáticos, los mecánicos le reajustaron la inclinación del alerón delantero y prosiguió su marcha en solitario, porque hasta la primera parada no podía seguir el ritmo de los Williams y el Ferrari de Schumacher. Pero después de esta primera parada Alonso comenzó a volar, y dos vueltas antes de hacer la segunda parada establecía la vuelta rápida en carrera. Es un espectáculo.