Coincidiendo con el 50 aniversario de la primera cumbre en el Everest, y aunque la concordancia con la efeméride es casual, Ricardo Guerrero Martínez se ha propuesto hacer historia y convertirse en el primer montañero cordobés que hace cumbre en un ocho mil. El éxito está a 8.047 metros, en el pico del Broad Peak, en la cordillera del Karakorum, en Pakistán. Guerrero, cofundador del nuevo Club de Montaña y Escalada Verticalia, afrontará este reto a partir del próximo día 19 en una travesía que se va a prolongar por espacio de cincuenta días, compartida, en este caso, con la montañera sevillana Catalina Quesada Castro, del Club Alpino Sevillano, una aventajada esquiadora y alpinista que también aspira a su primer ocho mil. De lograrlo, la bandera andaluza ondearía por vez primera en lo alto del Broad Peak.

Según la descripción de la expedición que ayer llevó a cabo Ricardo Guerrero en la presentación pública del proyecto, los primeros 20 días del viaje son para la aproximación a la montaña, otros 25 los demora la instalación de los campos de altura y otros cinco se los lleva el viaje a zona asiática.

El pasado año, Ricardo Guerrero estuvo a 200 metros de hacer cumbre en su primer ocho mil, desde los que vio por última vez la cima del Cho Oyu mientras compañeros de expedición llegaban al techo. La pasada Navidad, Guerrero hizo cumbre en el Aconcagua junto a Charo Madueño, en la primera y única cima en el techo del continente americano de una montañera cordobesa. Ahora, la expedición "Andalucía-Broad Peak 2003", como la ha denominado, también marcaría un hito, para el que cuenta con un presupuesto de 7.500 euros aportados por la Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Córdoba, Diputación, Patronato Municipal de Deportes, y el apoyo de la iniciativa privada de Autoescuela Realejo, Argos Impresores y Survertical.

Broad Peak es el término universal con el que se conoce la montaña que en el Karakorum se alza como uno de los catorce picos de ocho mil metros de altitud que divisan la tierra.