Tommy Robredo hizo vibrar la tribuna de la pista Suzanne Lenglen cuando su último golpe, un afortunado globo de derecha, besó la línea de fondo y significó el triunfo sobre el brasileño Gustavo Kuerten, triple campeón, y su paso a los cuartos de final de Roland Garros.

Robredo, de 21 años, venció al gran Guga por 6-4, 1-6, 7-6 (2) y 6-4 en dos horas y 45 minutos, y acabó arrodillado en la pista, mientras Kuerten lanzaba la raqueta con furia al suelo. Luego hizo el avión como si fuera Ronaldo tras marcar un gol en la Copa del Mundo.

Mientras, en la tribuna, el júbilo español se desbordaba, con los capitanes de Copa Davis, Juan Bautista Avendaño y Jordi Arrese abrazándose, y los entrenadores del catalán Miko Margets y Miguel Sánchez saltando de alegría.

España conseguía así un pleno histórico, con cuatro jugadores incrustados en los cuartos de final (Robredo, Albert Costa, Carlos Moyá y Juan Carlos Ferrero) haciendo añicos algo que parecía imposible pues ya en 1998 y 2002 tuvo tres, y en esas dos ediciones el título fue hispano, con Moyá y Ferrero como campeones. De momento, uno de ellos Robredo o Albert Costa, estará en semifinales.

Kuerten no jugó un encuentro demasiado acertado, con 86 errores no forzados y seis dobles faltas, pero aún así solo su figura impone, da respeto y ese fue precisamente el acierto del de Hostalric, que no se arrugó ante una campeón tan carismático. Su rival será Albert Costa, el defensor del título.

Albert Costa ganó en sólo tres actos, por 6-2, 7-5 y 7-5 al francés Clement, salvando un punto de set en el tercero, y en tres horas y siete minutos, un alivio después de sus tres anteriores maratonianos encuentros, todos ellos en cinco mangas. En total lleva ya en pista 15 horas, pero tiene dos días de descanso.

Mientras, Juan Carlos Ferrero jugó un tenis diabólico para destrozar a Félix Mantilla con un terrorífico juego de fondo por

6-2, 6-1 y 6-1, en una hora y 40 minutos y alcanzar así esta ronda por cuarto año consecutivo.