El año pasado el torneo lo organizó Almería y rozó el desastre. Esta vez ha sido Córdoba la que ha tenido que pasar el examen, ¿qué valoración hace?

-- Tengo que indicar que hemos recibido la felicitación por escrito de todas las federaciones de Andalucía en la que nos expresan su agrado y el alto nivel de organización que hemos demostrado. También han mostrado su satisfacción el presidente de la Federación Andaluza, Eduardo Herrera, y el gerente deportivo, Borrás. También estamos muy contentos porque todos los chavales no han dado ningún problema en los hoteles, tampoco han sufrido ningún percance personal y respecto a la alimentación ha sido óptima en los alojamientos.

¿Espera que Córdoba sea un espejo en el que se miren las próximas organizadoras?

-- Tenemos constancia que hacer que los jugadores no viajen ha sido un éxito que ha gustado a todos y también las vías alternativas en caso de lluvia, como demostramos al tener que jugar en Baena, a cuyo Ayuntamiento he de felicitar junto al de Fernán Núñez por su implicación con nosotros.

Y a esto hay que unirle el éxito deportivo.

-- Indiscutiblemente se agrava por la labor y el trabajo de los chavales de Córdoba. Yo tenía esperanzas en ellos, a pesar de estar encuadrados en un grupo muy complicado con Granada, Cádiz y Málaga. Por este motivo llegamos más desgastados a la final. Sin este sobre esfuerzo creo que podríamos haber hecho doblete, pero para mí han ganado las dos selecciones. No hay que olvidar que los cadetes sevillanos tenían tres internacionales y nosotros sólo uno.

El papel de Córdoba debe considerarse brillante porque se ha medido ha federaciones con más fichas federativas, ¿verdad?

-- Claro que sí. Sólo Granada era parecida a nosotros, pero Cádiz y Málaga doblan las fichas federativas que hay en Córdoba. Esto demuestra el excelente papel de nuestros jugadores y la planificación perfecta de los seleccionadores.

Seguirá contando con ellos?

-- No soy nunca partidario de cambios.