LUCENTINO: Sánchez, Juani, Herrero, Aitor, Madrugón, Arévalo, Jaime, Agustín, Pineda (Juanru, 68´), Guardeño y José Manuel (Antonio Jesús, 68´).

CARTAYA: Alfonso, Rodolfo (Tato, 33´), Quevedo, Edu, Caro, Fran, Barba, Raúl Delgado (Macías, 85´), Tavira y Ortiz (Toni, 72´).

áRBITRO: Pérez Sueza, de Jaén. Mostró cartulina amarilla a los jugadores locales Juani, Jaime y Juanfu, y al visitante Barba. También fue amonestado el entrenador local Rafael Alcalá. El árbitro expulsó al preparador físico y al utillero del Atlético lucentino con roja directa.

INCIDENCIAS: Jornada 27.

En una jornada con varios resultados que beneficiaban sus intereses, el Atlético Lucentino cedió un empate en su estadio ante el Cartaya, un conjunto tremendamente sólido en el aspecto defensivo que desde el inicio del choque daba por positivo eml empate en Lucena. Después de un encuentro con poca chispa, una jugada polémica, a quince minutos para la conclusión del partido, desencadenó una trifulca entre los jugadores de ambos equipos, el trío arbitral, los banquillos y el público de una magnitud que puede acarrear una sanción federativa para el club de Lucena. El árbitro jiennense anuló un gol a Jaime por manos de éste en el remate. Sin embargo, unos segundos más tarde da validez al tanto a instancias del auxiliar más próximo a la jugada de ataque del Lucentino. Con la decisión tomada, el auxiliar de la banda contraria, que estaba muy lejos, de la jugada, se quiere convertir en protagonista y lo consigue, haciendo que el colegiado cambie de nuevo de criterio y anule el tanto al delantero lucentino. Esta última decisión provoca que el público arroje hielo al terreno de juego y debido a los incidentes el encuentro estuviese parado diez minutos, incluso, el árbitro amagó con la suspensión.

El encuentro comenzó con buena aptitud por parte de los jugadores lucentinos, ya que triangulaban el esférico con calidad y trataban de romper el entramado defensivo de un equipo fuerte físicamente que quería puntuar como fuese en Lucena. En el primer cuarto de hora, muchos se acordaron de la ausencia de Izco en dos acciones dentro del área onubense que terminaron con un disparo alto de Pineda y un chut a bocajarro de Arévalo que desvió el portero visitante. Eso fue lo más destacable de un Lucentino que fue perdiendo fuelle en la parcela ancha mientras el Cartaya hacía su partido de contención e intentando sorprender en alguna contra. Dos acciones ofensivas del equipo onubense rompieron la tranquilidad de la defensa lucentina.

En la segunda parte, no hubo reacción por parte de los locales que no encontraban la forma de romper la defensa contraria. Los visitantes maniataron a Agustín, mientras el Lucentino mostraba una nítida impotencia ante elmarco contrario. A quince minutos de la conclusión del choque, en un contragolpe del Lucentino llega la jugada polémica que solo favoreció los intereses del conjunto de Cartaya.