El Córdoba no caminará solo en su particular lucha contra el gol que dura ya nueve meses lejos de casa. Desde la grada en Almería, pegados al televisor o en marcha contra la guerra cosidos al auricular, esta tarde será de nuevo especial para el cordobesismo, que se ha malacostumbrado a ganar desde hace dos jornadas de Liga.

En un día trivial para el fútbol --y casi todo--, los tres puntos son, paradójicamente, más importantes que nunca. El Córdoba puede salir por fin de las plazas de descenso haciendo cábalas. Será la primera oportunidad desde hace mucho tiempo para poner a cuatro equipos por debajo en la clasificación. Algo impensable hace unas semanas.

TRIPLE IMPORTANCIA

La misión tendrá una gratificación triple y por punto: marcar fuera de El Arcángel, que no se consigue desde el partido en Eibar; ganar el primer partido de Liga lejos de casa, que no se logra desde cinco jornadas antes de acabar la pasada temporada; y optar además a salir de las plazas de descenso si el resto de equipos implicados en la pelea ayudan un poco con sus resultados.

Para conseguir la gesta, el técnico del Córdoba no tendrá que romperse mucho la cabeza. Aunque le falta una pieza del engranaje de las dos últimas victorias, el interior derecho Ruano, su recambio será el ideal, el internacional marroquí Ramzi, que demostró su calidad y polivalencia ante el Zaragoza, y que dotará de una mayor proyección ofensiva y disparo al equipo, en una tarde de detalles. Y es que las dimensiones del terreno almeriense harán del partido una lucha de espacios reducidos que puede beneficiar al Córdoba, al que le gusta sacar tajada de la presión y las jugadas a balón parado, donde se muestra muy efectivo desde que apareció en escena Moisés. Además, hay que resaltar que enfrente tendrá a un equipo al que le cuesta ganar en casa, lo que hace presagiar una tarde para no olvidar.