PRIMERA DIVISION

Gaspart busca la complicidad de la plantilla para mantener a Van Gaal

Gaspart busca la complicidad de la plantilla para mantener a Van Gaal

Gaspart busca la complicidad de la plantilla para mantener a Van Gaal

El futuro de Louis van Gaal pende de un hilo que puede romperse en cualquier momento. La decisión de Joan Gaspart de mantenerle, en contra de la voluntad de la afición y de la mayoría de la junta, tiene fecha de caducidad. Un mal resultado en Mallorca sería su final. Con el técnico prácticamente sentenciado, el presidente buscó ayer la complicidad de la plantilla para salir de la crisis en una reunión de dos horas, en la que no entró al principio Van Gaal.

Gaspart convocó de urgencia al equipo. El solo, sin nadie de la directiva. Quería hablar con los jugadores sin el técnico delante, claro. Y los citó en el vestuario y tuvo tiempo para hacer las dos preguntas del millón de dólares. "¿Confiáis en Van Gaal? ¿Podéis sacar esto adelante?". Esas fueron las cuestiones que planteó el presidente, mientras el técnico, encerrado en su despacho, aguardaba turno. La respuesta de la plantilla fue la políticamente correcta. "No es la solución echar al entrenador", explicó Carles Puyol, convertido ayer en el portavoz del vestuario ya que Luis Enrique había comparecido por la mañana para difundir el mismo mensaje. "Van Gaal es el entrenador idóneo porque conoce el grupo", explicó el asturiano, mientras Cocu, el segundo capitán, está en Holanda pasando una revisión médica sobre sus problemas físicos.

TENSAS REUNIONES

El Bar§a vivió ayer un día de ajetreo. Otro más. De reunión en reunión, buscando explicaciones a una crisis que ha conducido al equipo a la peor clasificación de la historia en la Liga. Primero, hablaron los jugadores. A solas, sin Van Gaal. Y ahí comenzaron a escucharse reproches entre los propios futbolistas, superados por la dimensión de la crisis. Después, entró en escena el técnico. el mismo que en el descanso del Bar§a-Sevilla, con 0-1 en el marcador, no dio ni una sola consigna táctica a su equipo y se limitó a recordarles que eran los mismos que habían ganado al Newcastle y que tenían que defender con honor la camiseta azulgrana.

Curiosamente, Van Gaal estuvo pegado el domingo durante casi una hora al banquillo. Por miedo a la respuesta del público, que le abroncó cuando asomó la cabeza para hablar con De Boer (m. 18), no dio ninguna orden a los jugadores, a pesar de que el partido se iba complicando cada vez más. Y fue el delegado Carlos Naval quien tuvo que indicar a Saviola y Overmars el cambio de posición.

VISITA AL HOSPITAL

En la reunión de ayer, Van Gaal volvió a su discurso de siempre, ya gastado que no tiene influencia en el vestuario: errores individuales, falta de concentración y ocasiones perdidas. Después de revivir el suplicio de la derrota ante el Sevilla, presidente, técnico y jugadores se dividieron en grupos para visitar hospitales de Catalunya. Tenían un compromiso importante que cumplir con los niños, pero los ánimos no estaban ayer para repartir sonrisas. Gaspart, que encabezó la delegación que visitó el hospital Josep Trueta de Girona, seguía con el gesto serio que ofreció el domingo por la noche.

Pero las reuniones siguieron. Del autocar al vestuario. El presidente suspendió la reunión que debía mantener con el consejo, programada desde hace días, para mantener un encuentro con la plantilla. Sin Van Gaal, inicialmente. Aunque luego Gaspart le hizo entrar al vestuario. "Sí, hemos tocado fondo, pero la solución no es echar a Van Gaal", admitió Puyol. La mayoría de la junta no piensa así. Cree que hay que despedir al técnico ya. Por eso, en un ambiente de desolación, Gaspart, que había intentado que Van Gaal dimitiera, pretendió pulsar la opinión de la plantilla para buscar una coartada en caso de que un mal resultado en Mallorca precipitara los acontecimientos. "Le hemos dicho al presidente que somos nosotros los responsables y que confiamos en el entrenador", recalcó Puyol, afirmando que la decisión sobre el futuro del holandés no corresponde a ellos. "Quien decide es el club, el presidente", dijo el tercer capitán. Gaspart, en realidad, está abatido, hundido. Desesperado. Como el equipo.

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