Los primeros y privilegiados visitantes que han accedido este domindo al programa Abierto por obras para mostrar al público, después de 13 años cerrado, el Salón Rico de Medina Azahara, han sido unánimes al señalar a la salida que ha sido “toda una experiencia”, felicitándose por haber tenido la suerte de conseguir una invitación para esta visita (los 180 pases previstos para este domingo se agotaron en dos horas). Y ninguno de ellos ha podido evitar mostrar su asombro y sorpresa ante la belleza de una estancia que, pese a estar en plena restauración, evoca un esplendoroso pasado, además de entender “por fin” los complejos trabajos que han mantenido cerrado al público este importante enclave del yacimiento.
La curiosidad y expectación no podían disimularse en los rostros de los componentes del grupo, que, guiados por el investigador de fuentes andalusíes Daniel Valdivieso, tuvo la primera parada en los jardines que anteceden a la estancia, llenos de símbolos decorativos nunca vistos hasta el siglo X en el Mediterráneo. Tras escuchar los detalles de la fachada del espacio, una de las zonas que ahora se encuentra en plena rehabilitación, la entrada a la estancia iba produciendo en los visitantes la misma sensación que pudieron vivir aquellas delegaciones extranjeras que llegaban a la Córdoba califal.
"El mayor proyecto de restauración en España"
El aspecto que lucec actualmente no va a ser el definitivo, pero lo que ahora se muestra es suficiente para hacerse una idea tanto de lo que fue el Salón Rico en su momento como de su difícil reconstrucción, de la que ya está concluida la nave central, pero aún faltan, además de la fachada, las naves laterales, donde ya se han colocado las piezas originales y quedan los remates, y la nave tranversal.
“Es el mayor proyecto de restauración que se ha hecho en España”, ha asegurado Valdivieso, que ha hecho hincapié en que en ningún momento desde que la estancia se cerrara al público en 2010, se ha dejado de trabajar en ella.
Por la calidad y excepcionalidad de su decoración labrada en piedra y repuesta de manera concienzuda por diferentes generaciones de especialistas desde 1940 -cuando con las primeras excavaciones aparecieran miles de fragmentos decorativos con los que el arquitecto Félix Hernández planteó la reconstrucción de la estructura arquitectónica interna del recinto-, el Salón Rico es valorado como una de las joyas de la arquitectura islámica a nivel nacional e internacional y del Conjunto Arqueológico de Medina Azahara, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 2018.
«¡Qué maravilla!» ha sido una de las frases que más se han oído durante el recorrido entre atauriques, en el que mientras se disfruta belleza y riqueza artística se camina junto a restos de historia depositados ordenadamente sobre paneles en el suelo a la espera de formar parte de un maravilloso puzle que arqueólogos y restauradores tratan de completar en las paredes del recinto, con cuya arquitectura Abderramán III trató de alcanzar «un paraíso» en la tierra para mostrar su infinito poder.
"Una experiencia maravillosa"
Para muchos, no fue difícil imaginar a Abderramán III o a su hijo, Alhaken II, bajo el arco que preside el salón principal de la estancia recibiendo a las distintas embajadas, que acudían a su encuentro a través de un paseo que evocaba la fuerza de la naturaleza. Los visitantes también pudieron conocer el proceso de restauración que se está llevando a cabo en esta estancia, en la que brilla especialmente el panel de atauriques de la sala oeste, plagado de una simbólica decoración que tiene su origen en la influencia de los astrónomos, sabios, magos y horoscopistas de los que se sirvió el califa para alcanzar su cielo en la tierra.
“Ha sido una experiencia maravillosa”, ha señalado una pareja que entró por última vez en el Salón Rico hace 20 años. “Ahora podemos entender por qué no se podía visitar, es una reconstrucción muy compleja”, han reconocido los visitantes después de escuchar al guía explicar que no había ningún plano que guiara a los arqueólogos para su reconstrucción.
Otro visitante más joven, Alberto, que solo sabía de oídas de la belleza y espectacularidad del recinto y tenía muchas ganas de conocerlo, ha asegurado que “me he quedado con la boca abierta y ahora entiendo por qué se está tardando tanto en concluir la restauración”
Las visitas al Salón Rico se han habilitado los sábados y domingos desde el 1 de octubre hasta el 10 de diciembre de 2023, un total de 21 jornadas con seis pases de 45 minutos cada una, en horario comprendido entre las 10:00 y las 14:30. Son un total de 180 pases por cada jornada. Es decir, se ha previsto un aforo total de más de 3.700 personas en este espacio de tiempo. Cada lunes, a las 10.00 horas, se pondrán a disposición del público en la web del conjunto arqueológico las invitaciones para acceder a esta visita el fin de semana siguiente. Tras estos tres meses, la Junta de Andalucía aseguró que volverá a poner en marcha este ciclo a partir de enero del 2024.