Tras un año sin cines de verano debido a la repentina la muerte de su propietario y gestor, Martín Cañuelo, ahora sobrevuela la esperanza de que el próximo estío la ciudad vuelva a gozar de esos recintos únicos de los que Córdoba es referente. Según señala uno de los herederos de Cañuelo, su sobrino Ángel, hay una empresa, de la que quiere conservar el anonimato, interesada en comprar estos recintos «comprometiéndose a que sigan siendo lo que han sido hasta ahora», y esa transacción podría estar resuelta a finales de octubre.
Conservar el legado de su tío es lo más importante para Ángel Cañuelo y su hermano, que llevan meses «intentando encontrar una empresa o colaborador que nos ayude a mantener los cines de verano, con su carácter particular y el valor cultural que le dan a la ciudad». Aunque todavía «está todo un poco en el aire», porque la burocracia se está alargando hasta rozar los límites de los tiempos legales, el sobrino de Martín Cañuelo cree que a finales del mes de octubre se pueda llevar a cabo la operación.
Compromiso de seguir con la actividad cinematográfica
«La realidad es que no se ha podido hacer antes porque durante los meses de verano es más complicado y lento el papeleo y también porque hubo un problema con uno de los documentos que se ha tardado mucho en rectificar», continúa Cañuelo, que asegura que esta empresa no es la única interesada, pero sí la que ha mostrado «un compromiso» en seguir con la actividad cinematográfica. De cualquier manera, la oferta que barajan los hermanos es la de la empresa que ha mostrado una clara disposición a continuar con la labor de Martín Cañuelo. «Creemos que podría conservar el legado de nuestro tío, que es lo más importante para nosotros», prosigue Ángel, que también alude a su propio «interés emocional». «Desde que soy muy pequeño, los cines de verano han sido uno de los escenarios de mi vida, cuando cumplí 18 años empecé a trabajar en ellos junto a mi tío y para mí tienen un valor personal muy importante», continúa el sobrino de Martín Cañuelo, que, aunque ha tenido que emigrar a Gran Bretaña por motivos laborales, se considera «un amante de Córdoba» y «no me gustaría que se perdiera esta tradición».
«Compartimos el objetivo de esta empresa con respecto al futuro de estos recintos», dicen
En efecto, estos últimos meses se ha notado mucho en la ciudad la ausencia de esta clásica programación cinematográfica y son muchos los ciudadanos que se preguntan cuál será el futuro de estos recintos. En este sentido, Ángel Cañuelo se muestra «muy esperanzado» en que todo vuelva a la normalidad, pero advierte de que «la situación es compleja», ya que se trata de una empresa en funcionamiento que, de repente, se ha detenido y «tiene una serie de deudas que subsanar después de un largo periodo de tiempo en el que no se ha ingresado nada».
"Era el sueño de mi tío"
Por otro lado, «este es un negocio muy peculiar, era el sueño de mi tío», por lo que es muy difícil encontrar a «otro Martín Cañuelo», continúa Ángel, que añade que «se trata de una empresa que no aporta grandes beneficios y requiere mucho sacrificio».
Ante este panorama, los sobrinos de Cañuelo han buscado durante estos últimos meses fórmulas para conservar los cines de verano o encontrar a alguien que tenga esa capacidad. Al parecer, esta empresa está dispuesta a ello y entre los proyectos que quiere llevar a cabo está la creación de un museo del cine, la colaboración de los vecinos o alargar la temporada más allá del verano, iniciativas que con las que se muestran de acuerdo los herederos de estos recintos. «Compartimos este objetivo con respecto al futuro de los cines de verano», concluye Ángel Cañuelo.