Concierto

Alejandro Sanz sale a hombros del coso de Los Califas

El cantautor cautiva a los cordobeses y estalla de felicidad entre miles de fieles

El madrileño cantó temas de su nuevo disco, 'SANZ', y los clásicos

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

En la noche cerrada, miles de personas abrieron sus brazos y de la plaza de toros de Córdoba emanó un aliento. De la complicidad entre Alejandro Sanz y los cordobeses, quedó una exhalación profunda en el aire nocturno. Pasión a raudales para conquistar corazones, ponerlos ante un espejo 'partío', agitarlos y atarlos a un adiós que coleará durante días en la intimidad de una marea de fieles en éxtasis.

"Mañana vamos a estar..." , preveía antes de entrar al coso un grupo de amigas, que dudaba si se levantaría de la cama tras ingerir el cóctel de emociones que el madrileño derramó sobre su público. A lo rockero, vestido de albero, arrancó a la gente de sus asientos y del suelo. Volteada la plaza con las punzadas de la guitarra eléctrica, regaló una primera No es lo mismo. Antes, se había presentado con Bio, con la que les habló a los cordobeses del chico bueno que se hizo el malo y al que la calle puso en su sitio.

Entre canciones, también acabó confesando que el escenario es "de los sitios donde más feliz y seguro me siento del mundo", gracias a la gente y al equipo que lo acompaña, para tranquilizar a quienes mantenían la preocupación por el momento de bajón que atravesaba el cantautor, según expresó a finales de mayo en redes sociales. Lo hizo tras sosegar los ánimos, después de un inicio arrollador, con Quisiera ser.

Hasta el universo arropó a Alejandro

Hasta el universo parece que quiso arropar a Alejandro. El escenario era el idóneo para escuchar Mi marciana mirando a los astros. "Con la fuerza del corazón..." todo el coso de Los califas vibró junto al cantautor. Y lo arropó en todo momento, vitoreando "Alejandro, Alejandro..." en cada silencio. Por si no quedaba claro, las pancartas dejaban buena fe de ello.

Alejandro Sanz cautivó, como lleva haciéndolo tantos años, a todo un público que se puso en pie para gritarle "torero, torero". El cantante toreó y se llevó todos los corazones que eran uno moviéndose al unísono sobre el albero y desde las gradas, con los temas de su último disco 'SANZ' y, especialmente, con los irrepetibles clásicos. Tuvo tiempo hasta para homenajear al maestro Sabina y su Contigo. Alejandro Sanz y Córdoba dormirán abrazados. Sólo falto que lo sacarán a hombros. Si se hubiera dejado...

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