Concierto para Europa

Calurosa acogida a la Filarmónica de Berlín en la Sagrada Familia

Kirill Petrenko, titular de la célebre formación, ha celebrado la cultura europea con sus músicos en un concierto retransmitido por RTVE a más de 30 países

Un momento del concierto Filarmónica de Berlín en la Sagrada Familia de Barcelona.

Un momento del concierto Filarmónica de Berlín en la Sagrada Familia de Barcelona. / FILARMÓNICA DE BERLÍN

Marta Cervera

Día Internacional de los Trabajadores ha adquirido un significado musical desde que la Orquesta Filarmónica de Berlín empezó a celebrar la cita anual del Concierto para Europa, cada vez en alguna ciudad diferente del Viejo Continente. En 1991 el añorado maestro Claudio Abbado inició esta tradición para celebrar la riqueza, diversidad y belleza de la cultura europea con un concierto en la Sala Smetana de Praga.

Este lunes por primera vez el Concierto para Europa se ha celebrado en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona donde Kirill Petrenko, titular desde la formación desde la temporada 2019-20 ha demostrado su magnífica sintonía con la orquesta, considerada una de las mejores del mundo. La formación nació en 1882, el mismo año en que se empezó a construirse el emblemático edificio de Gaudí.

El Orfeó Català, coro amateur que acaba de actuar en Berlín con ella y volverá a hacerlo en el Auditorio Nacional de Madrid este miércoles, destacó en el concierto donde interpretó tres obras: la 'Misa de la coronación' y el 'Ave verum corpus', de Wolfgang Amadeus Mozart y la 'Plegaria por Ucrania', una pieza reciente del ucraniano Valentin Silvestrov.

Las 2000 personas que estaban en el recinto -las entradas sólo podían conseguirse por invitación o por sorteo-, constó de un repertorio de música sacra a excepción de la 'Sinfonía núm.25 en sol menor' de Mozart, la primera pieza del programa. La obra, cuyo vibrante primer movimiento es muy conocido abrió el concierto en la catedral gaudiniana que no está precisamente diseñada para este tipo de música. La reverberación en la sala no es ideal aunque es algo que no se aprecia en televisión. Como es habitual, se encargó de retransmitir el evento a una treintena de países. Este año la producción ha ido a cargo de EuroArts Music en colaboración con RTVE y en coproducción con la televisión alemana RBB.

Canto por la paz

De entre todas las piezas emocionó 'Plegaria por Ucrania' con las inspiradas voces de al Orfeó Català 'a capella', muy atentas a las precisas órdenes de Petrenko. No es casualidad que el director ruso nacido en Omsk en 1972, hijo de un violinista ruso y una musicóloga ucraniana, la haya incluido. Petrenko fue uno de los primeros músicos de su país que criticó la invasión de Ucrania el año pasado. Calificó el ataque ruso de "puñalada por la espalda al mundo que quiere vivir en paz" y de agresión a las artes que "unen a través de todas las fronteras".

La conmovedora 'Plegaria por Ucrania', una pieza tan breve como bella, se encadenó con el delicado 'Réquiem para orquesta de cuerda' de Takemitsu y el 'Ave verum corpus', breve motete de Mozart en el que un Orfeó Català en estado de gracia se unió a la orquesta.

La música de Mozart culminó el concierto. Primero con el alegre motete '¡Exultate Jubilate', con pasajes muy rápidos y floridos interpretado por la magnífica soprano inglesa Louise Alder. El público premió con un gran aplauso su actuación.

La 'Misa de la Coronación', también del genio de Salzburgo despidió el concierto con Wiebke Lehmkuhl, contralto; Linard Vrielink, tenor y Kresimir Strazanac, bajo-barítono y la citada Alder como solistas. El 'Kyrie' inicial marcó el ímpetu con el que Petrenko lideró esta obra donde el coro tiene un gran protagonismo. El Orfeó cantó con seguridad, sin necesidad de partitura. Tenía la pieza interiorizada gracias al gran trabajo de preparación realizado por Simon Halsey y Pablo Larraz, director principal invitado y actual director de la formación coral respectivamente, de cara al debut del coro catalán con Petrenko. Todos ellos salieron a saludar tres veces al final ante el largo y caluroso aplauso del público que se puso en pie al final, encantados con una gran experiencia que combinó patrimonio arquitectónico y musical de primer orden.

Pese al reto acústico que supone, la Sagrada Familia se ha convertido en destino codiciado de grandes orquestas internacionales. El 18 septiembre de 2021 actuó allí la Orquesta Filarmónica de Viena dentro del ciclo de conciertos con las sinfonías completas de Anton Bruckner en diversas catedrales y templos de toda Europa.

Prueba superada

"Durante el concierto no podíamos escuchar bien del todo ni a la orquesta ni a los solistas debido al retorno del eco. Pero el público ha sido muy respetuoso. Su apoyo desde el principio ha contribuido a crear un un buen ambiente", ha reconocido Víctor Luís, integrante del Orfeó Català. "La conexión con Petrenko ha sido hoy mucho más natural después de todos los ensayos y conciertos realizados con él. Y seguro que el que nos falta en Madrid todavía será mejor". Y Júlia Molina, otra de las cantantes, ha resaltado la exigencia del director alemán: "Hemos trabajado siempre hasta antes de cada concierto. Y en la Sagrada Familia ha sido brutal. Petrenko ha optado por un tempo más lento y eso ha ayudado porque la acústica es complicada".

Al evento no acudió ninguno de los alcaldables de Barcelona pero sí la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, el ministro de Universidades, Joan Subirats, y el conseller de Interior, Ignasi Elena.