reportaje

El ojo del siglo XX

Se cumplen 90 años de la visita a Córdoba del fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson, de la que queda como testigo una imagen

‘La Corsetera’. La foto de Cartier-Bresson realizada en 1933.

‘La Corsetera’. La foto de Cartier-Bresson realizada en 1933. / CÓRDOBA

A lo largo de los 184 años de vida de la fotografía, han sido innumerables los profesionales de la cámara de todo el mundo que, atraídos por su historia, han visitado Córdoba. Pero de entre ellos, el fotógrafo más influyente para la historia de la fotografía universal que ha retratado la ciudad ha sido el francés Henri Cartier-Bresson (Chanteloup-en-Brie 1908-Cereste 2004). Un autor que causó tal impacto en el lenguaje fotográfico que colegas y críticos le bautizaron como El ojo del siglo XX. Sus icónicas imágenes, como la parisina Tras la estación de San Lázaro, lo convirtieron en uno de los retratistas más populares en todo el mundo. Además, Henri es el fundador, junto a Robert Capa y David Seymur, de la mítica agencia fotográfica Magnum, así como ideólogo del omnipresente concepto fotográfico del instante decisivo.

En este 2023 se cumplen 90 años de su visita a Córdoba durante su primer viaje a España en la primavera de 1933. Sin embargo, Cartier-Bresson, durante su estancia de tres días en el mes de abril, no fotografía con su cámara la Mezquita-Catedral, como cabría esperar, ni ningún otro espacio monumental de la ciudad. El francés, considerado como uno de los grandes humanistas de la imagen, catalogado también como maestro del surrealismo o de las composiciones geométricas, dirige su moderna cámara Leica hacia el paisaje humano, su gran pasión, con el que toma el pulso de la vida de los lugares que visita

Retrato de un joven Cartier-Bresson en su exposición madrileña de 1933.

Retrato de un joven Cartier-Bresson en su exposición madrileña de 1933. / VIDAL

De su viaje a la ciudad solo nos ha llegado una fotografía titulada originalmente por su autor La Corsetera. Henri era muy celoso de su archivo y en varias ocasiones purgó sus negativos, destruyendo todas las fotografías de sus reportajes que no le gustaban. Sin embargo, gracias a los recientes estudios de la investigadora Almudena Cruz Yábar, que ha podido acceder al fondo del fotógrafo francés, ahora conocemos hasta ocho fotografías del reportaje, que es el único de su estancia cordobesa que ha sobrevivido. 

Se trata del retrato de una mujer delante de su comercio de ropa íntima de señoras. En el encuadre no se adivina dónde pudo ser realizada, sin duda en alguna de las céntricas calles comerciales cordobesas de la época, pudiéndose tratar de la popular Peluquería y corsetería de Rosarito en la calle Málaga, hoy Cruz Conde. Una hipótesis nada descabellada, ya que esta se encontraba muy cerca de su alojamiento en el hotel Las Cuatro Naciones de la calle Mármol de Bañuelos, hoy calleja Barqueros, junto a la iglesia de San Miguel. La imagen posee un enorme atractivo visual por el intenso contraste entre la enlutada mujer madura y la ilustración de una esbelta y joven mujer semidesnuda vestida con un corsé y un peinado muy chic. Sin duda, se trata de una fotografía muy evocadora, catalogada por los especialistas dentro de su etapa surrealista. También muy simbólica, al representar ese momento de profundos cambios que vivía España en 1933, el año que las españolas votaron por primera vez en la historia. Un discurso de género que, 90 años después, aún sigue vigente en una instantánea que ha mantenido su frescura.

Secuencia de la fotografía de La Corsetera.

Secuencia de la fotografía de La Corsetera. / Henri Cartier-Bresson

La Corsetera, hace décadas conocida solo por Córdoba 1933, ha tenido un recorrido artístico de primer nivel. En el mismo año de su realización Cartier-Bresson la incluyó en su muestra Fotografía antigráfica que expuso en la histórica galería neoyorquina de Julien Levy y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Años después, en 1947, la fotografía volvió a Nueva York, cuando el MOMA la colgó en sus paredes en una muestra antológica y homenaje al fotógrafo francés que los organizadores creían fallecido tras la II Guerra Mundial. El genio de Chanteloup la incluiría en su icónico libro de 1955 Les Européens y es una de sus imágenes más reproducidas en las numerosísimas recopilaciones que desde entonces se editan del fotógrafo. Esta fotografía también se encuentra en importantes colecciones y museos de todo el mundo, siendo, por ejemplo, una de las cuatro obras relacionadas con Córdoba que posee entre sus fondos el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Ya en este siglo, varias copias de La Corsetera han salido a subasta llegando a alcanzar en 2020 la cifra de casi 6.000 dólares. Una ocasión perdida para que, a un precio muy asequible, alguna institución cordobesa se hubiera hecho con esta importante obra de arte contemporánea para las colecciones públicas de la ciudad. Al menos, en 2019, nuestro Archivo Municipal la rescató en la muestra 100 Fotografías para la historia. Una exposición en la calle de gran éxito popular que volvió a traer a esta cordobesa de 90 años a su ciudad para disfrute de la ciudadanía.

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